A principios de semana, la Casa Blanca anunciaba la creación de dos nuevos monumentos nacionales en el suroeste del país, una decisión que protegerá del desarrollo económico el área de Spirit Mountain en Nevada y Castner Range en Texas, sumando en conjunto más de 514.000 acres de tierras públicas, unos 2080 kilómetros cuadrados de terreno. Para que se hagan una idea una extensión mayor que la provincia española de Guipúzcoa.

El anuncio de Biden, amparándose en la Ley de Antigüedades de 1906, es parte de la agenda ecologista radical del presidente, que pretende convertir en terrenos protegidos un tercio de las tierras y aguas del país para 2030.

El área de Spirit Mountain, también conocida como Avi Kwa Ame, se convierte en el área de mayor extensión en ser declarada protegida por la Administración Biden. La declaración ha sido ensalzada por los grupos indígenas, dado que Avi Kwa Ame es considerado sagrado por tribus como Mojave, Chemehuevi y Paiute.

La decisión de Biden ha sido rápidamente contestada por los Estados afectados. Así, el gobernador de Nevada, el republicano Joe Lombardo, ha denunciado que las tierras declaradas protegidas por Biden son ricas en minerales, de tal manera que la decisión afectará a la economía estatal, dado que impedirá explotar terrenos con gran potencial económico.

El gobernador de Nevada, el republicano Joe Lombardo, asegura que la Casa Blanca de Biden no ha consultado con dicho Estado ninguno de los detalles de la declaración del monumento nacional Avi Kwa Ame propuesto

Lombardo ha asegurado que la Casa Blanca de Biden no ha consultado con el Estado de Nevada ninguno de los detalles de la declaración del monumento nacional Avi Kwa Ame propuesto, lo cual para el republicano, está fuera de lugar dada la vasta extensión de terreno afectada.

"Al enterarme de que el presidente estaba considerando una acción unilateral, me puse en contacto con la Casa Blanca para plantear varias preocupaciones, denunciando la interrupción terminal de los proyectos de extracción de minerales y los esfuerzos de desarrollo económico bipartidista planificados desde hace mucho tiempo”, señalaba Lombardo.

El proyecto ecologista de Biden limitará severamente el desarrollo en las áreas afectadas, incluyendo límites a la perforación, minería y posiblemente la construcción de instalaciones de energía renovable. La cuestión no es baladí: Nevada tiene grandes depósitos de litio, un mineral clave para las tecnologías de energía verde.

Lombardo ha concluido señalando: "Este tipo de política de Biden le costará a nuestro estado empleos y oportunidades económicas, al mismo tiempo que hará que la tierra sea más cara y más difícil de desarrollar para viviendas asequibles y proyectos de infraestructura crítica…La confiscación federal de 506.814 acres de tierra de Nevada es un error histórico que sufrirán los nevadenses por generaciones".

Nuevamente la agenda ecologista radical de Biden volverá a ser un lastre para la economía estadounidense.