En Brasil, actualmente el aborto es permitido en estos casos: estupro, riesgo para la vida de la madre y feto con anencefalia o violación.
Pero el Partido Socialismo y Libertad (PSOL, una escisión del Partido de los Trabajadores de Lula) ha pedido la despenalización del aborto hasta la semana 12 de gestación argumentando que la criminalización afecta la dignidad de la persona, especialmente las mujeres negras y de bajos recursos. Y olvidando que el niño en el vientre de su madre también tiene dignidad y derechos, empezando por el derecho a la vida.
El caso es que, para la despenalización del aborto, el PSOL ha utilizado el llamado Argumento de Incumplimiento de Precepto Fundamental (ADPF) 442, que está siendo analizado en el Supremo Tribunal Federal (STF). El nuevo presidente del STF, Luís Roberto Barroso, declaró el viernes 6 de octubre al diario Folha de S. Paulo que “no hay ninguna previsión para programar el juicio sobre la despenalización del aborto hasta el tercer mes de gestación”, ya que entiende que “este es un tema que aún necesita más debate en la sociedad”.
Los obispos brasileños ya se han manifestado en varias ocasiones en contra de este intento por ampliar el aborto en su país.
Pero la sociedad civil también lo está haciendo. En concreto, el pasado 8 de octubre, en la conmemoración del Día del No Nacido, miles de personas de 105 ciudades salieron a las calles para participar en la ‘Caminata por la vida contra el aborto’, recoge Aciprensa.
La jornada fue organizada por la Red Nacional en Defensa de la Vida y la Familia junto con otros movimientos y asociaciones provida de Brasil.
Fue un mensaje “pacífico dirigido al Tribunal Supremo Federal” en contra de la agenda de despenalización del aborto en Brasil y una solicitud a la Cámara de Diputados para la “aprobación del estatuto del no nacido”, según afirmó en redes sociales Zezé Luz, la presidenta de la Red Nacional en Defensa de la Vida y la Familia. La líder provida participó en la manifestación a favor de la vida en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, e informó que esta fue “la mayor caminata” que el movimiento ha realizado “hasta ahora, con cerca de 2.000 personas”. “Fue simplemente extraordinario”, destacó.
La capital del país, Brasilia, contó con la participación de más de 2.000 personas en la caminata. En la misa en la catedral, celebrada por Mons. José Guimarães, obispo de Formosa, el Prelado invitó a los fieles a “rezar por los no nacidos y por aquellos niños que no pudieron nacer debido a la maldad y el egoísmo humano”. “En Brasil, las cosas aún no van bien, porque necesitamos crear armonía entre los tres poderes. En este Día del No Nacido, miramos a Nuestra Señora y le queremos pedir, al igual que la princesa Isabel [hija del emperador Pedro II] le pidió a Nuestra Señora Aparecida, que reine, que sea la reina y patrona de Brasil”.