El domingo 6 de octubre se celebraron elecciones municipales en Brasil. 

El Partido Liberal (PL) de Jair Bolsonaro ganó 510 alcaldías, en comparación con las 345 con las que se hizo en el año 2020. Además, pasó de 4,7 millones de votos en 2020 a nada menos que 15,7 millones en 2024, es decir, un incremento del 236,2%.

Por su parte, el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula da Silva logró 248 alcaldes, lo que equivale a situarse en el sexto lugar de todos los partidos, tras hacerse con 8,9 millones de votos. Además, no ganó en ninguna de las capitales. Sin embargo, creció un 28% en número de votos. 

Los otros partidos que han sacado más votos que el PT de Lula han sido: el Partido Social Democrático (PSD) con 14,5 millones de votos, el Movimiento Democrático Brasileño (MDB) con 14,4 millones, União Brasil con 11,3 millones y Progresistas (PP) con 9,9 millones.

La ley electoral brasileña establece que en ciudades con más de 200.000 electores se celebre una segunda vuelta en caso de que ninguno de los candidatos haya superado el 50% de los votos en la primera. Así, el PL de Bolsonaro es el que más opciones tiene en disputa de cara a la segunda vuelta del 27 de octubre. 

En concreto, se celebrará segunda vuelta en unas cincuenta urbes, entre ellas 15 capitales. 

Respecto a la alcaldía de São Paulo, esta se dirimirá en segunda vuelta entre el actual alcalde Ricardo Nunes -respaldado por Jair Bolsonaro, aunque del Movimiento Democrático Brasileño- y Guilherme Boulos, apoyado por el actual presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.

Sin embargo, en Río de Janeiro, el alcalde Eduardo Paes -del Partido Social Democrático (PSD), cercano a Lula- ganó con el 60,47% de los votos. 

Estos resultados electorales reflejan que la población brasileña parece ignorar la persecución política y judicial a la que ha sido sometido el anterior presidente, Jair Bolsonaro, por parte del absolutamente vengativo Lula da Silva

Como ejemplos de ese ánimo vengativo de Lula cabe recordar, por ejemplo, que el 30 de junio de 2023, el Tribunal Superior Electoral impidió a Bolsonaro presentarse al cargo hasta 2030 por intentar socavar la validez de las elecciones presidenciales de 2022 con acusaciones de fraude electoral. 

Y que en julio de 2024, la Policía Federal de Brasil imputó a Bolsonaro por presunto lavado de dinero y asociación criminal en relación con los diamantes no declarados que recibió de Arabia Saudí durante su mandato. 

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