Jueves 27 de agosto de 2020. Donald Trump clausura la Convención Nacional Republicana, con su discurso de aceptación de la candidatura en la Casa Blanca. La plana mayor del Partido Republicano asiste al discurso del presidente. Nada más salir de la Casa Blanca, el senador republicano por Kentucky, Rand Paul, y su esposa son increpados y comienzan a ser perseguidos por las calles de Washington DC por “pacíficos manifestantes” del movimiento marxista Black Lives Matter. Se viven momentos de gran tensión y, como se observa en el vídeo, el legislador y su mujer están a punto de ser linchados, si no llega a intervenir la policía, que les escolta hasta el hotel,... El senador denuncia el intento de linchamiento. Ningún medio de comunicación informa acerca de lo sucedido. Ningún político demócrata condena el ataque. Ni siquiera el candidato presidencial Joe Biden.
La misma noche en Kenosha, Wisconsin, un hombre de edad avanzada es brutalmente agredido, hasta el punto que le rompen la mandíbula, por defender la tienda de colchones donde trabaja, que estaba siendo desvalijada por los “pacíficos manifestantes”. De nuevo, silencio mediático y ningún líder demócrata condena estos hechos. Solamente el Presidente Trump se reúne en su visita a la ciudad con los comerciantes que han vistos sus negocios arrasados y saqueados y con las fuerzas policiales, hostigadas por los revolucionarios.
El senador republicano por Kentucky, Rand Paul, y su esposa fueron perseguidos por las calles de Washington DC y en Kenosha, un hombre de edad avanzada es brutalmente agredido... pero hay silencio mediático
Las protestas que están causando el pánico a lo largo del país, instigadas por el movimiento marxista Black Lives Matter junto con el Partido Demócrata, revelan un modus operandi perfectamente orquestado por los saqueadores, que cuentan con medios materiales y financieros. El portal The Federalist informa que la candidata a vicepresidenta por el Partido Demócrata, la senadora Kamala Harris, está detrás de las campañas de financiación para pagar la salida de prisión de los agresivos manifestantes. Para quienes piensen que se trata de “fake news”, les animamos a comprobar cómo la propia Kamala pedía financiación para dicho propósito en su cuenta de Twitter el 1 de junio, es decir, solo dos meses antes de ser designada candidata a la vicepresidencia. También el Secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Chad Wolf, ha afirmado que se está investigando la existencia de grupos organizados que van moviéndose de ciudad en ciudad causando el pánico.
La connivencia y el apoyo demócrata a los violentos manifestantes ha sido evidente desde el comienzo de las protestas, llegando muchos políticos demócratas como la congresista Alexandria Ocasio Cortez a defender abiertamente los saqueos.
Sin embargo, algo parece estar cambiando en el aparato demócrata. La semana pasada, Don Lemon, considerado uno de los gurús del partido, afirmaba en la CNN que “los disturbios deben parar”. Lemon, realizó una interesante reflexión. Los disturbios y los saqueos deben parar, no porque condene los mismos en sí, sino porque están afectando en las encuestas a los demócratas.
La connivencia y el apoyo demócrata a los violentos manifestantes ha sido evidente desde el comienzo, pero algo parece estar cambiando: Don Lemon, uno de los gurús del partido demócrata dice que deben parar... Ya les está afectando en las encuestas
Dicho mensaje ha calado hondo en la campaña demócrata. Así, en una sorprendente declaración, el candidato presidencial Joe Biden, manifestaba: “Quiero dejarlo claro. Los disturbios no son protestas. Los saqueos no son protestas. Y aquellos que lo hacen deben ser perseguidos”. Sorprendente cambio de parecer de Joe Biden, quien hace apenas unas semanas, cuando las tiendas eran desvalijadas y ardían en ciudades como Nueva York, Chicago o Seattle no solo no condenaba dichos saqueos sino que apoyaba a los “pacíficos manifestantes”. El cinismo de Biden es tal que no descarten que, en los próximos días, pretenda hacer suyo el mensaje de ley y orden del Presidente Trump.
Otra muestra del curioso movimiento demócrata ha sido la del Alcalde de Portland, Ted Wheeler. Wheeler mantuvo una disputa pública con Trump, cuando el Presidente exigió al regidor la intervención de la Guardia Nacional para frenar el caos en la ciudad. Wheeler se negó y apoyó a los violentos manifestantes. Sin embargo, cuando los manifestantes arrojaron escombros en llamas contra la residencia del Alcalde, este de manera inmediata declaró la emergencia en la ciudad. ¿También condenará ahora Wheeler los saqueos?
Los devastadores efectos de los disturbios promovidos por el Partido Demócrata no se han hecho esperar. En las ciudades especialmente castigadas por los saqueos, como Portland, Chicago o Seattle, miles de pequeños negocios están siendo cerrados como consecuencia de los daños causados por los violentos manifestantes. El daño económico puede ser irreparable.
Mientras tanto, el Presidente Trump continúa su defensa del orden público. Durante meses, el Presidente ha estado señalando que el verdadero objetivo de los manifestantes es derrocarle y destruir los Estados Unidos tal y como se conocen hoy. Ahora, sin embargo, la preocupación crece en las filas demócratas, porque la violencia que ellos mismos han generado, puede volverse en su contra.
Los seguidores de Black Lives Matter (BLM) explotan ahora un vídeo sobre unos policías que provocaron la muerte de un hombre de raza negra con problemas mentales. Los hechos ocurrieron en marzo pero es una forma de mantener la violencia en las calles
Y esto se ha dejado ver en los dos sucesos de esta semana. Por una parte, los seguidores de Black Lives Matter (BLM) explotan ahora un vídeo sobre unos policías que provocaron la muerte de un hombre de raza negra con problemas mentales. Los hechos ocurrieron en marzo pero es una forma de mantener la violencia en las calles. Eso sí, cuando es de signo opuesto no pasa nada, no hay explosiones de violencia: el FBI ha abatido a tiros a Micheal Forest, asesino del seguidor de Trump, Aaron Danielson. Según la prensa española, el seguidor de Trump era un ultraderechista -vamos, que merecía morir-, mientras su asesino, que ahora se ha enfrentado a los agentes del FBI sólo era un activista de un grupo "Antifa". O sea, no un ultraizquierdista violento sino un activista contra la violencia policial y racial. Dí que sí
Naturalmente, cuando se produjo el asesinato del desarmado Aaron Danielson, seguidor de Trump, ningún demócrata salió en su defensa: las condenas fueron genéricas. Por contra, ahora, el agente del FBI que abatió a Forest ha corrido a pedir disculpas: "No tuve otro remedio". Porque Forest sí iba armado. Es precisamente esta doble vara de medir la que descubre el juego cínico del demócrata Joe Biden, candidato presidencial.