Comandos norteamericanos llegados en helicóptero han acabado con la vida del jefe del Estado Islámico, Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi, en el noroeste de Siria.

Han podido morir 13 personas, entre ellos seis niños. Claro, es que los fanáticos musulmanes utilizan a sus hijos como escudos humanos. Para ellos, la guerra es una cuestión de familia.

Además, no se sabe si fue el propio jefe de Al Qaeda quien al verse rodeado decidió inmolarse -y matar a los suyos- haciendo estallar un explosivo.

En cualquier caso, los asesinatos selectivos siempre provocan un debate moral. Los israelíes llevan empleando este sistema desde hace tiempo atrás. Cuenta con la 'ventaja' de que salta por encima de cualquier declaración de guerra para matar a un enemigo y de que hay menos muertes civiles que en una bombardeo.

Después del ridículo que está haciendo en Ucrania, Joe Biden necesitaba un éxito, ahora bien, los medios progres españoles, por ejemplo RTVE, ya le han recordado que matar a terroristas con comandos no es democrático.