La tensión entre las dos Coreas va en aumento, algo comprensible teniendo en cuenta las constantes provocaciones de Kim Jong-un. Esta vez, sin embargo, el dictador comunista -Podemos también es comunista, conviene recordarlo- ha sobrepasado una línea roja por primera vez al hacer impactar uno de los 23 misiles lanzados en aguas incluidas en la zona económica exclusiva de Corea del Sur.
La respuesta de este país fue casi inmediata. No en vano, su presidente, Yoon Suk-yeol, elegido tras las elecciones de mayo de este año, lo calificó de “acto efectivo de invasión territorial”. Por eso, ordenó inmediatamente que cazas de combate lanzaran tres misiles de precisión que impactaron en aguas norcoreanas. “Recordamos al Norte que tiene la responsabilidad de todo lo que suceda a partir de ahora”, señaló el ejército de Corea del Sur.