Tras 19 meses, por fin, se calma la crisis diplomática entre España y Argelia. Así se refleja en el hecho de que el país africano va a enviar a un nuevo embajador en nuestro país, según ha avanzado El Confidencial,... y todo apunta a que será Abdelfetah Daghmoum, quien conoce la tarea porque ya trabajó en la representación de Argelia en Madrid como número dos (en concreto, como ministro consejero).
Recuerden que esta crisis diplomática se abrió con la cobardía de Pedro Sánchez ante el rey de Marruecos, Mohamed VI, en marzo de 2022, cuando cambió su postura sobre el Sáhara Occidental. Esto cabreó profundamente a Argelia. De forma inmediata, su presidente, Abdelmajid Tebboune, llamó a consultas a su entonces embajador en España, Said Moussi; y algo más tarde, en junio de ese mismo año, rompió el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación; y congeló todas las relaciones comerciales con España, excepto las exportaciones de gas natural.
Sonatrach tiene un nuevo presidente y CEO, Rachid Hachichi, que recientemente se ha reunido con Francisco Reynés. Tras la cita, la empresa estatal argelina de hidrocarburos, señaló que ambas partes han acordado “continuar las conversaciones sobre temas de interés común
El hecho de que ahora se tranquilice la situación a nivel diplomático entre ambos países vendrá bien, por ejemplo, para las negociaciones entre Naturgy y Sonatrach sobre los precios de los contratos de gas para 2023 y 2024. Las de los precios de 2022 se firmaron el 6 de octubre del año pasado, así que las de este año llevan algo de retraso y en parte se debe a lo ocurrido en la empresa estatal argelina de hidrocarburos: Tebboune cesó de forma fulminante al presidente y CEO, Toufik Hakkar, quien ocupaba estos cargos desde febrero de 2020 y está acusado de corrupción. El relevo de Hakkar ha sido Rachid Hachichi, quien ya trabajó en Sonatrach como director de producción y como director general hace unos años, y el miércoles 26 de octubre tuvo su primer encuentro con el presidente y CEO de Naturgy, Francisco Reynés.
El pasado febrero, Reynés ya anticipaba que, pese a la buena relación con Sonatrach, la negociación no iba a ser fácil, como no lo fue la de 2022, la cual terminó con acuerdo incluyendo subida de precio. Asimismo, estaba y está convencido de que no peligra la relación entre ambas compañías, porque: Naturgy es un cliente muy confiable suyo desde hace tiempo; el contrato empezó hace 25 años y le quedan otros 10 de vigencia (hasta 2032), y es un contrato take or pay (es decir, de compra garantizada, que obliga al comprador a adquirir una cantidad mínima del producto o servicio) de miles de millones; Sonatrach es accionista de Naturgy, con una participación del 4,1% y está comprometido con la compañía; son socios en el gasoducto Medgaz (el único por el que ahora entra gas argelino a España); y son competidores en comercialización mayorista en España. Ahora, tras la cita entre Reynés y Hachichi, Sonatrach ha referido que “ha demostrado su papel esencial para asegurar el suministro de gas a España y Europa en general, siendo un proveedor seguro y fiable” y que ambas compañías han acordado “continuar las conversaciones sobre temas de interés común, especialmente en los ámbitos del suministro de gas natural y de las energías nuevas y renovables”.
En relación al gasoducto Medgaz (cuyos propietarios son Sonatrach, Naturgy y el fondo BlackRock) no olviden que tuvo un beneficio récord en 2022... y sin que Argelia fuera el primer proveedor de España, puesto que ocupó EEUU gracias a los numerosos envíos del caro gas natural licuado (que cuesta más del doble que el gas procedente de gasoducto). Además, se prevé que 2023 pueda ser un año aún mejor para Medgaz porque entre enero y septiembre, Argelia se ha situado como el primer proveedor de gas de España, acaparando el 26,8% del total y superando a EEUU (20%), según datos del boletín estadístico mensual de Enagás.
Y por último, el envío de un nuevo embajador argelino a España también puede venir bien de cara al levantamiento del veto a la mayoría de las exportaciones españolas.