En Cuba, este domingo se celebraron elecciones para delegados (concejales) de las asambleas municipales.
Sólo acudió a las urnas el 68,58% del padrón electoral, lo que supone una abstención histórica del 31,42%, informa La Nación.
Desde las últimas municipales de 2017, el castrismo ha perdido más del 20% de los apoyos, ya que entonces acudió a las urnas el 89% de los votantes. Incluso el resultado final es peor ahora que hace casi dos meses, cuando el gobierno llevó a referéndum la aprobación del Código de Familias, con una abstención oficial del 25,88%.
Y es que el proceso “electoral” se vivió de nuevo a espaldas del pueblo cubano, con el Partido Comunista de Cuba (PCC) imponiendo a sus delegados municipales. El sistema no permite las campañas electorales y el grado de conocimiento de los candidatos es ínfimo, recuerda La Nación.
El próximo domingo se celebrará la segunda vuelta sólo para 950 de las 11.500 circunscripciones, ya que los aspirantes no alcanzaron la cantidad necesaria de votos. Y para marzo y abril del año que viene ya se preparan los elecciones generales que confirmarán al presidente, Consejo de Estado y los diputados que formarán parte de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Miguel Díaz-Canel fue el elegido por el dictador Raúl Castro y el aparato para, de momento, continuar al frente del país.
Todos ellos no son elegidos directamente por el pueblo, porque al igual que en las votaciones del domingo los candidatos seleccionados son filtrados y aprobados en su totalidad por el PCC en busca del “perfeccionamiento de nuestra democracia socialista”, tal y como reza la doctrina del propio PCC, órgano rector de la sociedad cubana y único partido permitido. La oposición es ilegal, no existe para el Estado.
“Sabemos que inflan los resultados, pero incluso así sus propias cifras demuestran que cada día pierden más y más terreno”, aseveró el dramaturgo Yunior García Aguilera, quien lideró al grupo civil Archipiélago durante su desafío del año pasado contra el gobierno cubano, recoge La Nación.