El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, comenzó su intervención en Davos describiendo un apocalipsis para el año 2030 (les recuerdo que quedan seis) sino se cumplen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Según Pedro, estamos todos condenados morir, mismamente de emergencia climática (ya no es cambio, es emergencia), sostenibilidad medioambiental y a consecuencia de la polarización, producto de la ola reaccionaria que nos invade y enterrados en desinformación, inteligencia artificial, virus y en medio de una sociedad heteropatriarcal que nos hará peores y peoras y peoros.

Más. Nuevamente, y justo antes de verse con los empresarios españoles, Sánchez habló de los políticos que sólo se preocupan por escalar en la lista Forbes y no por los problemas de la humanidad, que es a lo que él se dedica 'seven eleven'.

Y luego siempre y cuando venzamos a la feroz ultraderecha, que es el enemigo a batir. La extrema izquierda, por contra ya no existe: se ha convertido en Progresismo. 

El neoliberalismo es malo, una ola reaccionaria recorre el mundo... y también lo son los medios de comunicación, sobre todo los no controlados por el sector público, que es muy bueno. España es un paraíso para aquellas empresas gracias a la ¡estabilidad política! Sin comentarios.

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La clave progresista del futuro de la humanidad es la Agenda 2030, que podríamos resumir así: la única forma de salvar a la humanidad es eliminar al hombre. Bueno, no a todos, salvemos a los nuestros. Cuantos menos niños nazcan mejor.

Para terminar, Sánchez, esto no es nuevo, se alaba a sí mismo. Un balance maravilloso de su gestion: la economía española ha creado más puestos de trabajo que nadie pero, miren por donde, seguimos siendo el país con más paro de todo Occidente. Un milagro económico, vaya. 

Al final, la filípica presidencial terminó con las preguntas pagadas de su amigo, el presidente del Foro de Davos, Borge Brende, uno de los grandes tiralevitas al oeste del río Volga, que en pocas palabra resumió la cuestión con una pregunta aviesa y capciosa:¿qué tienen que hacer otros países para seguir la estela de España? Está claro: Brende es un señor que no ama mucho a esos otros países.

Es el Davos del bulo, de la desinformación apologética... y ya saben que los denunciadores de bulos son los principales hacedores de bulos.