Los británicos, con Margaret Thatcher como primera ministra, entregaron Hong Kong (8 millones de habitantes) a la dictadura comunista china en 1984, tras más de siglo y medio bajo dominio británico. La entrega se produjo bajo una supuesta condición impuesta por los británicos, la de "un país, dos sistemas", pero debía ser puesta en marcha por Pekín. Cosa que, por supuesto, los chinos tardaron bien poco en rechazar, imponiendo las típicas medidas comunistas restrictivas de la libertad. 

Lo cual, desembocó en protestas periódicas, que en el año 2019 se intensificaron, provocando la detención de unas 10.500 personas por parte de la tiranía comunista. 

Después, en 2020, como recogió Hispanidad, el Gobierno de Hong Kong, dominado por la dictadura comunista china, aprobó una nueva Ley de Seguridad Nacional, que restringe las libertades y que ha limitado, suspendido o cancelado en la práctica los derechos de reunión, asociación, expresión y participación política. 

En ese contexto, se acaba de conocer que, bajo esa ley, un tribunal de Hong Kong ha condenado a cárcel a 45 personas que habrían tratado de impulsar  medidas democráticas, como formar un bloque prodemocracia para competir en las elecciones oficiales que había captado a 610.000 votantes... 

La perdida de libertades en Hong Kong también la han sufrido los católicos, que en esa ciudad contaban con una importante representación. Por ejemplo, el magnate de los medios, el católico Jimmy Lai (encarcelado) o el mismísimo cardenal Joseph Zen, obispo Emérito de Hong Kong, que fue acusado por la dictadura comunista china por supuestos vínculos con un fondo que ayudaba a las personas que se manifestaron a favor de la democracia en la excolonia británica...