El resultado del primer debate presidencial, en el que Trump ha sido muy superior a Biden, sin duda inclina la balanza a favor del republicano, tanto es así que a la progresía mediática sólo LE quedaron dos salidas: por un lado, asegurar que Trump ganó, pero diciendo mentiras, y por otro, insinuar la posibilidad de que su amado líder Biden, quizás y solo quizás, no es el mejor candidato.
Tanto es así que este fin de semana se reunía la familia Biden en Camp David para estudiar la situación, y según ha publicado CNN, los familiares de Joe habrían animado al demócrata a continuar. Eso sí, tienen completamente claro que los culpables del debate fueron los asesores que le ayudaron a prepararlo. Por tanto, las conclusiones de la Primera Dama Jill Biden, su hijo Hunter Biden y sus nietos son claras: Joe debe continuar... pero tiene que despedir a sus asesores y hacer cambios en su equipo.
Para la decisión final, el equipo del Presidente estaría recopilando datos y encuestas para conocer el impacto de la catástofre, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de los donantes y contribuyentes del partido ya han anunciado que retirarán su financiación a Joe.
Y Leger ha sido de los primeros en elaborar una encuesta para New York Post, recogida por electomanía. Parece que los estadounidenses cierran filas en torno al republicano, que consigue más apoyos que el bueno de Joe. Así, el Partido Republicano con Trump a la cabeza sería el vencedor de los comicios con el 50% del voto, frente al Partido Demócrata de Biden que se quedaría con el 42%. Esto supone una subida de 9 puntos tras el debate, y una diferencia de 8 puntos de Trump sobre Biden en voto popular.
Este dato, sumado a las presiones del aparato del partido, hace que fuentes de la prensa norteamericana aseguren el paso a un lado de Biden, pero claro, como analizamos en Hispanidad, este escenario dejaría a los demócratas sin candidato, ¿y quién dentro del partido estaría dispuesto a tomar la campaña a cuatro meses de las elecciones y enfrentarse a Trump?