Son muchos los Estados, gobernados por republicanos, que han tomado medidas contra el adoctrinamiento de las leyes y el pensamiento lanzado desde la Casa Blanca. 

En esta ocasión volvemos a hablar de Carolina del Sur, un estado que apenas hace un año se unió a la ley de los ‘latidos del corazón’ y prohibió el aborto a partir de las seis semanas de embarazo. 

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Este progresismo radical, unido a las crisis de delincuencia y la economía, serán ejes de la campaña electoral de las elecciones presidenciales, y pueden costarle la Casa Blanca a Biden. 

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Volviendo a Carolina del Sur, ahora su gobernador republicano, Henry McMaster, ha firmado una ley que prohíbe los tratamientos de reasignación de género y las cirugías en menores de edad,

La ley va más allá y obliga a los profesores a informar a los padres si su hijos muestran su intención de usar un nombre o pronombres diferentes a los asignados al nacer. 

La normativa prohíbe a los médicos realizar cirugías de transición, recetar bloqueadores de la pubertad y administrar tratamientos hormonales a menores de 18 años. 

McMaster defendió la medida en sus redes sociales y alegó que protege a los menores de "procedimientos irreversibles de transición de género" y evita el uso de fondos públicos para dichos tratamientos: "Estamos tomando medidas para asegurar que nuestros niños no sean sometidos a decisiones médicas irreversibles sin el debido consentimiento y supervisión.