El ultra progre presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se ha empeñado en que el aborto y la ideología de género sean sus estandartes. Pero los Estados gobernados por republicanos han sabido ver la batalla, aprobando leyes que luchan contra el sectarismo radical del partido demócrata. 

En esta ocasión hablamos de Ohio, pero hay una diferencia. Si normalmente son los gobernadores republicanos los que luchan porque este tipo de leyes salgan adelante, en esta ocasión ha tenido que ser el Senado, de mayoría republicana, el que consiga aprobar la norma. Y es que su Gobernador, el republicano y representante del viejo establishment del partido, Mike DeWine, vetó la norma, al considerar que el Estado no debía meterse en cuestiones médicas de sus ciudadanos.

La normativa restringe el acceso de los menores de edad a tratamientos de afirmación de género, como bloqueadores de la pubertad o las terapias hormonales. Además prohíbe la participación de trans en equipos deportivos escolares y universitarios femeninos. Asimismo, restringe la atención de la salud mental de los menores trans.

DeWine impuso su veto y ahora el Senado estatal lo ha anulado, por lo que está previsto que las normas entren en vigor en 90 días. 

La organización de defensa de las personas transgénero TransOhio ha asegurado que sienten que sus derechos están siendo vulnerados y que planean abandonar el estado.