En EEUU, demócratas y republicanos se disputan el control del Senado y de la Cámara de Representantes en los comicios celebrados este martes, también conocidas como ‘elecciones legislativas de medio mandato’ (‘midterm elections’). Ambas cámaras han estado bajo el control demócrata en estos dos primeros años de presidencia de Joe Biden, pero si finalmente hay un cambio de control, como parece que puede darse, afectará la agenda del actual mandatario, que podría ver bloqueadas varias de sus iniciativas.

Los republicanos van camino de arrebatar a los demócratas el control de la cámara de representantes (o cámara baja), donde los demócratas tenían hasta ahora una mayoría de 222 entre los 435 representantes totales. Los republicanos, de momento, se aseguran 193 escaños frente a 170 de los demócratas. Aunque se necesitan 218 para tener la mayoría en esta cámara.

Por su parte, en el Senado (o cámara alta, mayoría de 51), donde se renueva un tercio de los escaños (35 de 100), la carrera está muy reñida. El Senado está actualmente dividido a la mitad (50 para cada partido, con la presidenta del Senado y vicepresidenta, Kamala Harris, rompiendo el empate), y el recuento de nuevo apunta a un empate o incluso a una mayoría demócrata por la mínima. 

En este momento, en el Senado, los Demócratas obtienen 12 escaños y los Republicanos, 18, de los 35 escaños en juego. Así, el reparto quedaría con 46 senadores para el Partido Demócrata y 47 para el Partido Republicano.

No obstante, el desenlace definitivo en el Senado se tardará en conocerlo porque el recuento en Pensilvania y Georgia va a ser clave para la mayoría en la cámara alta y se va a prolongar durante días, incluso puede darse la circunstancia de que Georgia vaya a una segunda vuelta, explica COPE.

Este martes se elegía también a los gobernadores en 36 de los 50 estados. Aquí los demócratas han resistido y de hecho han arrebatado a los republicanos la máxima representación en Maryland y Massachusetts.  Los republicanos conservan entre otros Florida (con Ron DeSantis), Texas y Georgia.

Conclusión: los republicanos no arrasan pero ganan a los demócratas. En cualquier caso, los comicios de mitad de mandato demuestran el fracaso de Joe Biden, que tendrá difícil la nominación demócrata. A mitad de legislatura, tras estos comicios, Biden ya es un pato cojo y su senilidad le ha convertido en un chiste. 

Al tiempo, el progresismo global enarbola de nuevo la teoría conspiranoide sobre la presunta conspiración de Trump. Ejemplo, antes de conocerse los resultados, Ana Roig, ideóloga de guardia de RTVE ya advertía que los conspiranoides podían poner en peligro el recuento. Es decir, que, con estilo conspiranoide, acusaba a Donald Trump de conspiración... y por adelantado.