Desde que el Tribunal Supremo de EEUU puso fin a la protección legal del aborto en junio, no han sido pocos los fallos a favor de la vida, la familia y la libertad religiosa. Por ejemplo, el caso de un entrenador de fútbol que reclamó su derecho a la Primera Enmienda para poder rezar en el mediocampo inmediatamente después de los partidos. Y lo consiguió. Otro ejemplo, fue cuando dictaminó que Maine no podía excluir a las escuelas religiosas de un programa que ofrece ayuda para la matrícula de la educación privada, una decisión que podría facilitar el acceso de las organizaciones religiosas al dinero de los contribuyentes.
Cabe recordar que fue el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, el principal responsable del cambio. A fin de cuentas, fue él, quien contra viento y marea, logró designar tres miembros para el Alto Tribunal durante su presidencia, que pusieron fin a la hegemonía progresista que durante décadas había dominado la Corte Suprema, permitiendo a los conservadores recuperar la mayoría en el tribunal, dando lugar a reiterados fallos favorables a la vida y a la familia y la libertad religiosa.
Ahora se conoce un nuevo fallo, a favor de la libertad religiosa de la universidad judía, Yeshiva, de Nueva York. En dicha universidad se creó un club estudiantil del lobby LGTB llamado ‘Pride Alliance‘ que solicitó que se le concediera la denominación y derechos de asociación. La universidad se negó y bloqueó el reconocimiento, y los estudiantes que ingresaban al club presentaron un recurso alegando que la escuela viola una ley que prohíbe la discriminación basada en la orientación sexual.
Ahora, la Corte Suprema ha determinado paralizar dicho recurso por considerar que la ley excluye expresamente a ciertas corporaciones religiosas, algo que el centro educativo argumentó alegando que se amparaban bajo dicha excepción al ser una universidad judía.
Este nuevo paso del Tribunal Supremo es de especial relevancia y sienta precedente para futuros casos en los que se ponga en riesgo derechos constitucionales como la libertad religiosa frente a colectivos y lobbies que quieran imponer sus ideas.