Desde su entrada en política, Donald Trump siempre ha resultado un elemento incómodo para la progresía mediática, que no ha dejado de perseguirle en todos los frentes.
Ciertamente, Trump ha demostrado una resistencia fuera de lo común. Ningún inquilino del Despacho Oval y candidato presidencial ha sufrido dos procedimientos de impeachment, una persecución judicial sin límite, un ataque mediático incesante contra su persona y un intento de asesinato. Ciertamente, habrá que esperar al resultado de las investigaciones sobre el atentado, pero sin duda, el clima de odio generado contra el republicano tiene algo que ver con lo ocurrido.
A la vista de los oscuros hechos acontencidos en los últimos días, la Convención Nacional Republicana no sólo ha supuesto la confirmación del expresidente Trump como candidato, tras haber vencido con rotundidad en las primarias, sino que le ha consagrado como líder indiscutible del partido. Ciertamente, y a pesar del shock, dado que apenas 48 horas antes del cónclave republicano estuvo a punto de ser asesinado, Trump mostró una gran entereza y agradecimiento ante los asistentes, que aclamaron sin cesar a su candidato.
No cabe duda que los hechos ocurridos, han tenido un gran impacto no solo en la campaña sino en el propio Trump, y muy particularmente en la elección de su candidato a vicepresidente, una incógnita que supo mantener hasta la propia Convención.
Hace menos de un mes, en Hispanidad, dedicábamos una crónica al senador por Ohio, J.D. Vance, por considerar que tenía grandes opciones de convertirse en el número dos de Trump. Y así ha ocurrido, Vance ha sido designado como candidato a la vicepresidencia en la Convención.
En su discurso, Vance ha defendido el coraje de Trump y su valiente reacción al atentado con el siguiente tenor: "Lo acusaron de tirano. Dijeron que había que detenerlo a toda costa. ¿Pero cómo respondió? Llamó a la unidad nacional, a la calma nacional, literalmente justo después de que un asesino casi le quitara la vida. Recordó a las víctimas del terrible ataque, especialmente el valiente Corey Comperatore, que dio su vida para proteger a su familia... Y luego el presidente Trump voló a Milwaukee y volvió a trabajar”.
El ahora candidato a vicepresidente dedicó gran parte de su discurso a apelar al voto de los decisivos Estados del Medio Oeste, región de la que él procede, y los grandes castigados por la deslocalización industrial y el ecologismo radical de Joe Biden indicando así:
"Este momento no se trata de mí…Se trata de los trabajadores del sector de la automoción de Michigan, que se preguntan por qué los políticos están destruyendo sus empleos. Se trata del trabajador de una fábrica en Wisconsin, que hace cosas con sus manos y está orgulloso de la artesanía estadounidense. Se trata del trabajador de la energía en Pensilvania y Ohio, que no entiende por qué Joe Biden está dispuesto a comprar energía a dictadores de poca monta en todo el mundo cuando puede comprársela a sus propios ciudadanos, aquí mismo en su propio país”.
Queda claro que a sus 78 años, y únicamente pudiendo aspirar a un mandato más, pasando por la trágica experiencia de estar a punto de ser asesinado, Trump ha decidido mirar al futuro, y muy particularmente a un eventual escenario de sucesión, priorizándolo incluso sobre la propia estrategia electoral.
También la Convención ha demostrado la altura política y personal, de líderes como el gobernador de Florida, Ron DeSantis que a pesar de sus encontronazos con Trump durante las primarias, no ha dudado en tomar la palabra y apoyar firmemente a Trump denunciando la cacería que ha sufrido por combatir la agenda radical de los demócratas: “Donald Trump se interpone en su camino y defiende a Estados Unidos. Donald Trump ha sido demonizado. Ha sido demandado. Ha sido procesado y casi pierde la vida. No podemos decepcionarlo".
En el mismo plano, el senador por Florida, Marco Rubio, que también estaba en la terna como posible vicepresidente, apoyó con firmeza al expresidente con un gran discurso sobre seguridad en la frontera y la lucha contra el crimen. El no haber sido elegido como número dos, no implica que Rubio no vaya a tener un papel relevante en una futura Administración Trump, su nombre podría encajar como posible secretario de Estado, un cargo que podría desempeñar con gran solvencia.
También Doug Burgum, gobernador de Dakota del Norte y otro de los candidatos que sonaba para la vicepresidencia se sumó a la llamada a la unidad en torno al expresidente. Burgum, sin duda, es otro nombre que suena para un eventual futuro gabinete de Trump, particularmente para la relevante cartera de Energía.
Pero sin duda, el momento estelar fue el discurso del ya oficialmente candidato republicano, el expresidente Donald Trump. Trump, visiblemente emocionado, pronunció un discurso muy diferente, centrado sobre todo en haber experimentado la cercanía a la muerte tras el intento de asesinato. Trump aseguró que “se supone que no debería estar aquí” y agradeció a Dios seguir con vida afirmando “les diré que estoy ante ustedes en esta arena sólo por la gracia de Dios todopoderoso”. El momento más emotivo tuvo lugar cuando el expresidente rindió un homenaje al bombero Corey Comperatore, que falleció durante el atentado protegiendo a su familia. Trump honró su memoria considerándole como un héroe. Su casco y uniforme fueron colocados en el escenario durante el discurso de Trump, y el expresidente besó el casco de Comperatore y pidió un minuto de silencio.
Trump pidió unidad y aseguró que: "Nada me detendrá en esta misión porque nuestra visión es justa y nuestra causa es pura".