Esta semana ha tenido lugar la primera rueda de prensa del presidente electo de Estados Unidos Donald Trump, tras su aplastante victoria en las elecciones presidenciales del pasado mes de noviembre.
La principal novedad es que frente la opacidad informativa de la progresista Administración de Joe Biden y Kamala Harris, quienes apenas concedían entrevistas o ruedas de prensa, Trump ha efectuado una larga comparecencia y ha respondido sin límite a todas las preguntas que formulaban los periodistas.
Trump ha regresado a su más puro estilo, directo e irónico. En primer lugar, comenzó afirmando que frente al año 2016, en que fue elegido presidente por primera vez, cuando todo el mundo luchaba contra él y que esa hostilidad continuó durante todo su primer mandato y más adelante, ahora, sin embargo, bromeó afirmando que “todo el mundo quiere ser mi amigo, no sé mi personalidad ha cambiado o algo así”.
En el apartado de política exterior, Trump dejó algunas valoraciones muy interesantes. En el plano del conflicto entre Rusia y Ucrania, confirmó su intención de poner fin a la guerra de forma negociada. Días atrás, el presidente electo criticó ferozmente la decisión del presidente saliente Joe Biden de permitir a Ucrania utilizar misiles estadounidenses de largo alcance contra Rusia, asegurando que era una decisión “estúpida” que únicamente serviría para recrudecer el conflicto armado. Ahora en la comparecencia, Trump ha afirmado que impulsará un acuerdo que ponga fin a la guerra de Rusia en Ucrania y que tanto el presidente de Rusia, Vladimir Putin, como el de Ucrania, Volodymyr Zelensky, “deberían estar preparados para llegar a un acuerdo” y reflexionó sobre el alto coste en vidas humanas que está generando el conflicto armado indicando: “Estoy tratando de detener la guerra; esa horrible, horrible guerra que está ocurriendo en Ucrania… Se está matando gente a niveles que nadie ha visto nunca. Son campos muy nivelados y lo único que detiene una bala es un cuerpo, un cuerpo humano”.
En cuanto a su Administración entrante, Trump ha defendido con contundencia a sus candidatos para formar parte de su gabinete, en especial, al más cuestionado, Peter Hegseth, que aspira a ser secretario de Defensa. Hegseth, quien en los últimos años ha sido presentador de Fox News, veterano militar que ha participado en las guerras de Iraq y Afganistán, está sufriendo una dura campaña por parte de la progresía mediática, con acusaciones incluso de agresión sexual, si bien nunca se han presentado cargos contra él, como tampoco se ha aportado prueba alguna. Trump ha defendido a Hegseth y ha destacado su gran perfil militar. También tuvo palabras de apoyo para su candidato para la cartera de Sanidad, Robert F. Kennedy Jr., acusado de negacionista por la progresía mediática por sus opiniones contrarias a las medidas liberticidas adoptadas durante la pandemia del Covid-19, de quien ha asegurado que es un hombre racional y que entre los objetivos de su mandato está reducir el elevado coste de los productos farmacéuticos que está haciendo sufrir a los hogares estadounidenses.
Dado que los candidatos para el gabinete deben ser confirmados con el Senado, que contará con mayoría republicana tras recuperar los conservadores el control de la Cámara Alta, Trump ha advertido a los escasos senadores antitrumpistas y progresistas republicanos que, si vetan a sus candidatos, probablemente tengan dificultades para ser reelegidos en el futuro, dado que difícilmente podrán superar unas primarias republicanas, por cuanto las bases del partido son absolutamente trumpistas.
Otra cuestión de interés fue con respecto a la prohibición de la red social de origen chino TikTok que entrará en vigor el próximo año, dado que Trump ha afirmado que está valorando revisar tal prohibición. Si bien tal medida se adoptó por razones de seguridad nacional, destacados líderes republicanos como el senador Rand Paul se opusieron a la misma, entendiendo que puede ser utilizado como precedente para eliminar la libertad de expresión en el país, máxime cuando en los últimos años han sido otras redes sociales y no TikTok las que han sido acusadas de censura, particularmente contra los republicanos.