"Una sentencia que deroga el derecho al aborto". Así han presentado la mayoría de los medios la mejor noticia del año: el Tribunal Supremo norteamericano ha derogado, no el derecho al aborto (¿Derecho de una madre a matar a su propio hijo indefenso en sus propias entrañas?), sino la sentencia Roe vs Wade.
En definitiva, lo que ha hecho el Supremo es proclamar, después del 50 años, el derecho a la vida. A partir de ahora, los 50 Estados norteamericanos podrán legislar en favor del ser humano más inocente y más indefenso: podrán prohibir el cobarde crimen del aborto, al menos en su ámbitos de cobertura.
Seis jueces valientes, que ahora se enfrentan a las amenazas del nuevo terrorismo abortista
Esto no significa que se vaya a dejar de abortar mañana. Hay muchos políticos aborteros en Estados Unidos, pero al menos ha quedado en entredicho, precisamente, esa aberración conceptual llamado "derecho al aborto".
La esperanza renace, gracias a los nombramiento en el Supremo de jueces provida por parte de Donald Trump.
Seis jueces valientes, que ahora se enfrentan a las amenazas del nuevo terrorismo abortista.
Se abre una nueva era, esperemos que en todo el mundo, no sólo en USA, donde volveremos a defender al más inocente e indefenso de todos los seres humanos: el concebido y no nacido
Una votación por seis provida frente a tres aborteros. Esto implica que el juez John Roberts, actual presidente de la Corte Suprema, votó por la vida. No todos lo esperaban. Pero esta vez ha sido valiente, a pesar de las amenazas que han sufrido los seis magistrados.
Mientras no dejemos de abortar no dejaremos de matar ni de ser lo que somos: una sociedad homicida y cobarde
En cualquier caso, se abre una nueva era, esperemos que en todo el mundo, no sólo en USA, donde volvamos a defender al más inocente e indefenso de todos los seres humanos: el concebido y no nacido. Porque mientras no dejemos de abortar no dejaremos de ser lo que somos: una sociedad homicida y cobarde.