La progresía europea, esclava de lo políticamente correcto y de las tesis del Nuevo Orden Mundial (NOM) no podía permitirse otra elección: Michael O´Flaherty, activista LGTBI y excura, ha sido elegido comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa.
Según el propio Consejo de Europa, “el comisario para los Derechos Humanos es una institución no judicial independiente e imparcial creada en 1999 por el Consejo de Europa para promover la sensibilización y el respeto de los derechos humanos en los 46 Estados miembros del Consejo de Europa; detectar posibles deficiencias en la legislación y la práctica relativas a los derechos humanos; y facilitar las actividades de las instituciones nacionales del defensor del pueblo y otras estructuras de derechos humanos”.
O´Flaherty es irlandés, fue sacerdote católico hasta que en la década de los 90 lo dejó para dedicarse al activismo LGTBI: "Si valoras hacer una contribución a la sociedad, y eres un niño en la Irlanda de los años 1970 y 1980, era algo natural gravitar hacia el sacerdocio", explicaba él mismo al Business Post.
"En cierto momento, me di cuenta de que no era lo que necesitaba hacer con mi vida. También hubo algunas cosas personales. Y todo eso combinado significó que hice el cambio y comencé a trabajar con las Naciones Unidas".
Ahí emprendió su carrera como activista, siendo uno de los principales relatores de los Principios de Yogyakarta (2006), considerados como la base ideológica del transactivismo. Además, bajo su mandato en la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, los estudios y encuestas LGTBI se han incrementado exponencialmente.
"La verdadera esperanza no se trata de estadísticas. Es personal. Es algo que extraemos de nuestra propia experiencia. Para mí, esa esperanza surge de mi experiencia de transformación de mi propio país, Irlanda. Se trata de un país que pasó en tan sólo unos pocos años de la criminalización al matrimonio igualitario. Es esa experiencia la que me permite creer que podemos superar, podemos realizar un mundo con pleno respeto a los derechos humanos de todos, en toda nuestra maravillosa diversidad", aseguraba en una Conferencia sobre igualdad LGTBI en la UE.
Es la Europa progre, la Europa decadente. Es lo que hay: descristanización del viejo continente, ¿a cambio? mandamientos del Nuevo Orden Mundial.