Una presidencia de Joe Biden, con su anunciada subida de impuestos y nuevos confinamientos masivos, impediría la rápida recuperación económica de la primera potencia mundial.
Los cuatro años de gestión económica de Donald Trump han sido los de mayor prosperidad económica de Estados Unidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Así lo señalan los principales indicadores económicos. La reforma fiscal impulsada por la Administración Trump, que supuso la rebaja del IRPF a todas las rentas y la elevación del mínimo exento, junto con una bajada histórica del Impuesto de Sociedades, llevaron a EEUU a alcanzar el pleno empleo en 2019 y principios de 2020, con una tasa de paro del 3,5%, emulando cifras de los años cincuenta del pasado siglo, de la generación post bélica. Ello, aunado a una política de reindustrialización y recuperación del tejido industrial, junto con el desarrollo de la autonomía energética de EEUU, pasando a ser el principal productor a nivel mundial de petróleo gracias al desarrollo generalizado del fracking, llevaron a la mejor situación económica de la historia reciente. La llegada de la pandemia del COVID-19 con la consecuente paralización económica, destruyeron gran parte de lo logrado. Sin embargo, frente a otras naciones que se resignaron a ver cómo sus economías se destruían y no han hecho nada para evitarlo, el presidente Trump promovió la necesidad de volver a reactivar la máquina de la economía. Todo ello a pesar de la incesante campaña desarrollada en su contra, por los medios de comunicación y particularmente por el cada día más sectario Partido Demócrata.
El programa económico que proponen los demócratas es el de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias: que no les pase nada
La Administración Trump promovió incentivos fiscales y medidas de ayuda a los sectores más castigados por la pandemia y así EEUU con la apertura controlada de la economía promovida por el presidente Trump, creció un 33,1% durante el tercer trimestre del año, compensando así la contracción del 31,4% que sufrió en el segundo trimestre del año, a consecuencia de los confinamientos masivos iniciales promovidos, en gran parte, por los gobernadores demócratas. Se trata, pues, del mayor crecimiento económico desde que existen los registros.
En el plano laboral, también EEUU está gozando de una auténtica recuperación en V. Si bien EEUU partía de la citada situación de pleno empleo en febrero, con una tasa del 3,5% de paro, durante el pico de la pandemia del COVID-19 alcanzó el máximo histórico del 14,7% -la habitual en España- como consecuencia de la paralización económica. Tras las medidas de incentivo desarrolladas por la Administración Trump, en el mes de octubre el desempleo ha caído hasta un 7,9%, y las proyecciones estiman que, de continuar desarrollándose las mismas políticas, ya a finales de 2021, EEUU podría estar en unos porcentajes de entre el 3% y 4% de paro. Es decir, en solo un año habría recuperado todo el empleo perdido a causa de la pandemia.
Frente al Covid, Biden propone paralizar Estados Unidos, Trump lo contrario. Contra la mentiras de RTVE, EEUU sufre menos muertos por el virus que España
Pensarán que estos buenos datos económicos se han obtenido perjudicando la salud de los estadounidenses. Pero no es así. Lo cierto es que EEUU mantiene un número de fallecimientos y de número de contagios por habitante, menor que el de muchos países, entre otros, España.
Por su parte, Joe Biden toma como referencia económica al gobierno español de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y afirma que el objetivo de su gobierno será una subida fiscal sin límites. Así, ha defendido una subida generalizada del IRPF y un vertiginoso ascenso del Impuesto de Sociedades del 21% al 28%. Ello, aunado a la ausencia de incentivos a la inversión por parte de los demócratas, no solo destruiría la milagrosa recuperación americana tras la pandemia, sino que sumiría al país en una auténtica crisis. La prueba la podemos ver en las tasas de desempleo por Estado. Así, los Estados de mayoría republicana que han aplicado las políticas de rebajas fiscales e incentivos a la inversión como Nebraska, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Misuri y Iowa, registran tasas de desempleo de entre un 3.5% y un 4,9%, es decir, ya aún en situación de pandemia, se encuentran no sólo por debajo de la media nacional del 7,9% sino también cerca del pleno empleo o ya en él. En la otra cara de la moneda, tenemos los Estados de mayoría demócrata que aplicando las recetas económicas made in Biden, de mayor carga fiscal y nulos incentivos, registran tasas de desempleo de entre un 10% y 15%, como es el caso de California, Nueva York, Illinois, Nevada y Hawai.
Trump ha convertido a USA en el principal productor de petróleo del mundo
Más que nunca la recuperación de la economía estadounidense depende de la permanencia en la Casa Blanca de Donald Trump. Una victoria de Biden el próximo martes, supondría la destrucción económica de la primera potencia mundial. Y ya saben, cuando la economía USA estornuda, el resto del mundo se resfría.