En Francia, Michel Barnier, del partido político 'Los Republicanos', ocupó el cargo de primer ministro desde el pasado 5 de septiembre, cuando el presidente Emmanuel Macron le encargó formar gobierno. 

Como se recordará, en el país vecino el anterior primer ministro Gabriel Attal y su Gobierno dimitieron tras la derrota de su partido en las pasadas elecciones legislativas, en las que la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular obtuvo 193 escaños en la Asamblea, por delante de la coalición centrista de Macron (166) y de la derecha pagana de Marine Le Pen (142).

Barnier fue comisario de la Comisión Europea y ministro del gobierno francés varias veces. Desde julio de 2016 fue el jefe de negociaciones de la Comisión Europea con el Reino Unido sobre su separación de la Unión Europea (Brexit). 

En lo que respecta a los principios no negociables para una acción política basada en el humanismo cristiano, establecidos por el Papa Benedicto XVI -respeto y la defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural; la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer; la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas- en la exhortación apostólica Sacramentum caritatis, Barnier es derecha pagana, al estilo del PP en España, y cumple con la agenda del Nuevo Orden Mundial (implantar políticas contrarias a la ley natural). 

De hecho, este fin de semana ha asegurado que mantendrá todas las leyes en el país vecino sobre el aborto, el matrimonio homosexual y la procreación artificial, recoge La Razón. "No hay ninguna ambigüedad". "Esas leyes "se preservarán integralmente", declaró. 

Estas declaraciones las hizo el nuevo primer ministro francés debido a que en su Ejecutivo figura Laurence Garnier, que se opone al matrimonio homosexual, y que ha sido nombrada secretaria de Estado de Consumo.

Por si acaso, Barnier se encargó de dejarlo claro...