Ucrania cumple 28 días defendiéndose de la invasión rusa, con ataques en varias ciudades, aunque la ofensiva rusa parece haberse ralentizado. De momento, las tropas no han conquistado enclaves como Mariúpol o Járkov y tampoco han logrado abrirse camino en Kiev, que sale este miércoles del toque de queda.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, advertía el martes que la guerra es la puerta de Vladímir Putin "para entrar en Europa".

Rusia prioriza los bombardeos de largo alcance ante el "fracaso" de las ofensivas terrestres, mientras que las fuerzas ucranianas están llevando a cabo contraataques "exitosos" en Kiev y Mykolaiv, según el último informe del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), recoge RTVE.

De hecho, una fuente militar de Estados Unidos asegura que el poder de combate de Rusia en Ucrania ha caído por debajo del 90 %. Bajo la condición de anonimato, el alto funcionario habla de grandes pérdidas de armamento y crecientes bajas rusas. Por su parte, el Ministerio de Defensa de Ucrania asegura estar deteniendo con éxito el avance ruso, recoge RTVE.

Según el Ministerio de Defensa del Reino Unido: "Las fuerzas rusas están intentando envolver a las tropas ucranianas en el este, mientras avanzan desde la dirección de Járkov en el norte y Mariúpol en el sur". Añade en Twitter que los rusos "continúan intentando rodear Mykolaiv al tiempo que buscan conducir hacia el oeste en dirección a Odesa".

Pero lo más inquietante lo recogía Hispanidad a primera hora de esta mañana: Rusia contempla usar armas nucleares si se da una "amenaza existencial" para el país. El portavoz del Kremlin ha asegurado que Putin "todavía no ha logrado" sus objetivos militares en Ucrania.

Y mientras, más de 3,6 millones de personas han abandonado el territorio ucraniano, la mayoría a Polonia, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Otros 6,5 millones son desplazados internos, que han abandonado sus hogares y huyen de las bombas sin salir de Ucrania. ACNUR estima que, tras la invasión rusa, los refugiados podían superar los cuatro millones.

Y en estas, el presidente norteamericano, Joe Biden, ha aumentado el pánico al asegurar que Rusia podría utilizar armas químicas. Para romper el hielo. Mientras, el portavoz del Kremlin no ha rechazado de entrada el uso de armas nucleares.