Produce vergüenza contemplar la cobardía del Sanchismo. Ahora, tras esconderse en la guerra de Ucrania tras el manto de Bruselas -hay que reconocer que como todo Occidente- Pedro Sánchez exhibe otra muestra de cobardía repugnante, esta vez frente a Marruecos, y deja a los saharauis a los pies de los caballos ante Marruecos. Ya no pide un referéndum de autodeterminación, en cumplimiento de la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sino que acepta que el antiguo Sáhara español se convierta, tal y como desea el sinuoso, peligroso y chulesco sátrapa Mohamed VI, en una provincia marroquí.
Así lo anuncio José Manuel Albares, ministro de Exteriores, un hombre afable que cada día recuerda más a Andrei Gromiko, el exministro de la antigua URSS, de quien se decía que, si se lo ordenan sus superiores, se sentaría sobre un banco de hielo.
Curioso: el internacionalista Sánchez, incumple una resolución de Naciones Unidas. No se apuren; la ONU cambiará de bando enseguida, en seguimiento de Washington, que es quien manda en la ONU desde que Biden llegó a la Casa Blanca
A uno puede disgustarle más o menos un Gobierno como el sociopodemita, pero lo que resulta realmente repugnante es un gobierno tan cobardica. Vuelven a resonar las palabras de Churchill: os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra. Elegisteis el deshonor: tendréis la guerra.
Por decirlo de otro modo, este es un gobierno que produce vergüenza ajena: Sánchez se arruga ante Mohamed VI y abochorna a un pueblo español que ha cometido muchos disparates en su historia pero al que nadie le ha tenido, hasta ahora, por cobarde. Y no olvidemos que la valentía, también en política, no es una virtud, es cualquier virtud en su punto de prueba. Una virtud que cede por miedo... no es virtud.
Y la arrogancia de Mohamed VI se deja ver en la respuesta primera: "aprecia", no más, el servilismo español y ya habla de una nueva hoja de ruta. O sea, de nuevas reclamaciones
Más: si Sánchez piensa que cediendo ante la fiera de Mohamed VI va a calmar a la fiera es que, además de cobarde, es tonto: ahora Rabat apostará por Ceuta y Melilla, luego por Canarias... Todo ello por no hablar del cabreo de Argelia.
La arrogancia de Mohamed VI se deja ya ver en la respuesta, en el comunicado oficial marroquí de respuesta a la rendición española: Rabat "aprecia", no más, el servilismo español y ya habla de una nueva hoja de ruta. Traducido: de nuevas conquistas marroquíes a costa de España. Insistimos: Ceuta y Melilla primero, luego Canarias, que también son africanas y finalmente Al Andalus, que no es Andalucía sino el conjunto de España, donde ya tiene su abultada quinta columna, un verdadero gueto en España. El descendiente del profeta no se conforma con menos.
La única solución es militarizar Ceuta y Melilla, cerrar sus fronteras a cal y canto... y construir un aeropuerto civil-militar en la ciudad autónoma. Vox nuevamente vuelve a pecar de silencio
Por lo demás, resulta curioso: el internacionalista Sánchez incumple una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Pero no se apuren, la ONU cambiará de bando enseguida, en seguimiento de Washington que es quien manda en Naciones Unidas desde que el católico progre Joe Biden llegó a la Casa Blanca.
La única solución para detener a Mohamed VI es militarizar Ceuta y Melilla, cerrar sus fronteras a cal y canto... y construir un aeropuerto civil-militar en la ciudad autónoma.
Por similares razones, habría que cerrar Gibraltar. Pero esa es otra historia... de la cobardía de Sánchez
Entre otras cosas, porque no olvidemos a los 700.000 marroquíes que viven en la península y entre los que prolifera la aversión a España, el país que les ha acogido.
Y ya puestos, por similares razones, también habría que cerrar la verja de Gibraltar. Pero esa es otra historia.