En Haití, las informaciones que llegan sobre lo que está pasando en esa parte de la isla son altamente preocupantes.

Al parecer, el primer ministro Ariel Henry se comprometió a celebrar elecciones el 31 de agosto de 2025, lo que no ha gustado nada a los grupos criminales que operan a sus anchas en el país, que además, se habrían unido para exigir violentamente su dimisión. 

En declaraciones a Fides, Renold Antoine, misionero redentorista, explica lo que está sucediendo: "La noticia ha desatado la furia de los grupos armados que controlan la capital haitiana y sus suburbios. Antes rivales, ahora han unido sus fuerzas para exigir la dimisión del primer ministro del país. Desde entonces, comisarías, subcomisarías e incluso el aeropuerto internacional Toussaint Louverture han sido blanco de los ataques de los miembros de las bandas. Escuelas, hospitales, orfanatos, bancos comerciales, edificios públicos y numerosas empresas han sido saqueados. La población civil está aterrorizada por la furia de los grupos armados. Miles de personas han tenido que abandonar sus hogares para refugiarse en campos donde se sienten más seguros, pero a menudo en condiciones inhumanas. Casi todas las instituciones republicanas están inactivas y desatendidas; dos grandes prisiones del área metropolitana de la capital, donde estaban recluidos miembros de las bandas más temidas del país, han sido ocupadas por grupos armados al margen de la ley, lo que ha facilitado la fuga masiva de reclusos".

Por su parte, también en declaraciones a Fides, el padre Massimo Miraglio, párroco misionero camilo de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, apuntaba: "La gravedad de la situación es tal que es necesario que la comunidad internacional tome las riendas de la situación e intervenga seriamente en esta crisis que dura desde hace tanto tiempo pero que en esta última semana se ha hecho enorme y es causa de sufrimiento y muerte para miles de centenares de personas”. 

En esa situación de absoluto caos y terror, algunos países ya han tomado medidas. Por ejemplo, EEUU ha decidido evacuar a parte de su personal de la embajada.

Por su parte, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele -mundialmente famoso por su eficacia a la hora de eliminar a las bandas criminales de su país-, se ha ofrecido a "arreglar" la situación en Haití, de la siguiente manera: "Podemos arreglarlo. Pero necesitaremos una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el consentimiento del país anfitrión y todos los gastos de la misión que cubrir".