Vean el inteligente twitter sobre Emmanuel ‘Lolito’ Macron. Y en el entretanto, tras la visita de Macron y Ursula von der Leyen, en la que ni tan siquiera se puso sobre la mesa la persecución a los cristianos en China por parte del Régimen de Xi Jinping, un buque de la marina china disparó un artefacto contra aguas de Taiwan mientras cazas chinos entraban en el espacio aéreo de la antigua Formosa. Todo ello, según el Gobierno chino, como advertencia por la visita de Tsai Ing-wen, presidenta de Taiwan, a Estados Unidos. O sea, en el mejor espíritu de macarra del Gobierno chino, dirigido por un Xi Jinping mucho más alabado en Occidente, especialmente en Europa, que el masacrado Donald Trump, el único que le cortó las alas a Pekin, mientras fue presidente. Insisto: al estilo macarra, porque la presidenta taiwanesa se atrevió a entrevistarse en California con el presidente del Congreso, el republicano Kevin McCarthy.
Emmanuel Macron marca distancias con los tiranos del mundo. O dicho de otra forma: ¿alguien respeta a Europa en el mundo?
De entrada, con provocaciones no se va a ningún lado: Estados Unidos, y Europa también, deben llevar a China un ejército capaz de defender a Taiwan de los comunistas chinos. ¿O de verdad cree alguien una tiranía como la china, que no fue romanizada, va a respetar la independencia de Taiwan si no es por la fuerza? Ellos saben que Occidente ha perdido toda su fuerza, porque la fuerza de Occidente son sus ideales cristianos, los que siempre se han impuesto al panteísmo oriental, por eso se muestran tan provocadores. Hablo, sobre todo, de China e India, pero podría hablar de otros. Encima, Putin el occidental Putin se ha arrojado en manos de Oriente.
Si la III Guerra Mundial comienza en el Pacífico, que bien podría ocurrir, será entre el Oriente cristófobo y el Occidente postcristiano
Al tiempo, la marioneta de china, el régimen de Kim Jong-un, el sátrapa de Corea del Norte, anunciaba que ya tiene en marcha drones submarinos capaces de provocar tsunamis. No lo duden: si la III Guerra Mundial comienza en el Pacífico, que bien podría ocurrir, será entre el Oriente cristófobo y el Occidente postcristiano.