Comenzamos esta crónica semanal de Hispanoamérica -en la que hacemos especial énfasis en la defensa de la vida, la familia y la libertad- destacando la investigación de una profesora de derecho y máster por la Universidad de Harvard, Ligia Castaldi, donde realiza un análisis provida de las leyes sobre aborto y los derechos prenatales en Iberoamérica y el Caribe.
Castaldi resaltó que Iberoamérica tiene una “larga tradición jurídica de protección a la vida de la persona por nacer” gracias a la influencia de la fe católica que defiende el respeto a la dignidad humana. Nuestra fe es la base del respeto “por la dignidad humana en todas sus etapas de desarrollo, no importa cuál sea su capacidad física e intelectual”, recogió Aciprensa.
Sin embargo, explicó que a pesar de esta fuerte convicción, el aborto ha tenido un progresivo ingreso en la sociedad iberoamericana, donde generalmente los estados lo permiten por uno o dos causales, como en caso de riesgo para la vida de la madre y la concepción a causa de violación.
Es más fácil obtener consenso entre un grupo pequeño de nueve jueces o siete jueces”, agregó
Por otro lado, la profesora advirtió que es bastante común que los grupos que promueven el aborto usen los medios judiciales en vez de los ejecutivos para aprobar leyes a su favor. “Generalmente es muy difícil obtener el apoyo de la población y de los legisladores para autorizar una práctica que obviamente destruye a un niño por nacer”, señaló. “Es más fácil obtener consenso entre un grupo pequeño de nueve jueces o siete jueces”, agregó.
Castaldi resaltó que actualmente se busca hacer la misma estrategia con la Corte Interamericana, y puso como ejemplo el caso de Artavia Murillo, quien logró que la Corte ordenase legalizar la fecundación in vitro en Costa Rica.
“La Corte ordenó legalizar la fecundación in vitro a Costa Rica, a pesar de que esa técnica se relaciona con la muerte deliberada e intencional de varios embriones humanos que se sacrifican para lograr un embarazo”, señaló.
Finalmente, indicó que el aborto es un tema de debate cada vez más tocado en Iberoamérica, al cual no se le debe dar espacio, dado que la distorsión del derecho a la vida es “la puerta de entrada para la relativización de otros derechos”. “Si se relativiza el derecho a la vida y llegamos a la conclusión que el niño por nacer no merece protección legal, pues entonces se abre la puerta para relativizar cualquier otro derecho humano”, concluyó.
Las reliquias del santo español Juan de Ávila visitarán Hispanoamérica y Filipinas
Y cambiando totalmente de tema, durante la Misa de clausura del Año Jubilar de San Juan de Ávila el Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, recordó la importancia de su figura y aseguró que para dar a conocer su vida, las reliquias de este “Maestro de Santos” visitarán América del Sur, América del Norte, Filipinas e Italia, entre otros, publicó Aciprensa.
Mons. Demetrio Fernández clausuró el Año Jubilar de San Juan de Ávila en la Basílica donde están los restos de este santo en Montilla, Córdoba. En la homilía el Obispo de Córdoba recordó la figura de San Juan de Ávila y subrayó que se trata de un santo cada vez más conocido en todo el mundo, especialmente tras su declaración como Doctor de la Iglesia en el año 2012. “Su figura ha vuelto para tener el prestigio y el provecho espiritual que todos esperamos y para que se difunda por el mundo entero”, aseguró Mons. Fernández.
El Obispo de Córdoba hizo un recorrido por los numerosos acontecimientos que se han vivido en torno a la figura de San Juan de Ávila y cómo se le venera no sólo en España, sino en países como Rusia, China o Polonia, donde ya se está traduciendo la biografía del llamado “Maestro de santos”. “Los santos son santos y nos enseñan cosas buenas siempre, pero San Juan de Ávila además es Doctor de la Iglesia y hay que darlo a conocer en el mundo entero”, insistió.
También recordó el proceso de beatificación de Ana de la Cruz, tras su vinculación a San Juan de Ávila, que se está llevando a cabo en la Diócesis de Córdoba. El Obispo destacó que “los santos van siempre en pelotón y llevan consigo personas en torno a ellos como un remolino de santidad y son modelos para los cristianos de hoy y de siempre; este es el caso de San Juan de Ávila y Ana de la Cruz”.