Suecia es uno de los países que siempre ha encabezado el reconocimiento de los trans. Abanderados de la causa, ahora se ven obligados a dar un paso atrás y han decidio suspender los tratamientos hormonales en menores. El responsable de la autoridad sanitaria del país, Thomas Linden, reconoce que "el incierto estado de conocimiento en la materia incita a la prudencia".
El aumento de casos es uno de los motivos que les ha llevado a tomar esta decisión: desde 1998 hasta 2021 se contabilizaron alrededor de 8.900 diagnósticos y solo en 2021 se llegó a los 820.
Por otro lado, los médicos han detectado que antes la mayoría de transexuales eran hombres, cosa que ha cambiado: las cifras muestras como las niñas de entre 13 y 17 años son las que más solicitan las transición al género masculino, lo que también ha provocado que las autoridades suecas hayan puesto coto severo a la práctica de mastectomías en adolescentes.
A todo lo anterior hay que sumar el incremento del número de casos de trans "arrepentidos" que buscan una "destransición", puesto que observan que su diagnóstico era otro: problemas alimenticios, depresión, autismo... y no la disforia de género.
Suecia toma esta decisión mientras en España en comunidades como Andalucía o Madrid, los menores pueden transicionar sin ningún tipo de supervisión médica. Fue el caso de Éric, el hijo de Juana, que denuncia que "Ningún psicólogo trató a mi hijo y ahora está muerto.
Algo que ya advirtió la psiquiatra infantil Caroline Eliacheff: en España se están usando métodos que otros países han prohibido "tras observar sus resultados perniciosos e irreversibles". Como en la Ley del solo sí es sí, los avisos y alertas le llueven a Irene Montero, la experiencia de otros países alarman a todos, pero ella hace oídos sordos y continúa con su ley.