Como se recordará, el presidente turco, el islamista fundamentalista Recep Tayyip Erdogan, transformó la basílica cristiana de Santa Sofía en una mezquita.
Y ahora ha vuelto a hacer algo parecido, al convertir en mezquita la histórica iglesia del Santo Salvador de Chora. Otra muestra de que continúa sometiendo a los cristianos.
Convertir dicha iglesia en mezquita le ha valido las críticas del primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis: "Este acto insulta la rica historia de Estambul como encrucijada de diferentes civilizaciones". Y del Ministerio Griego de Asuntos Exteriores añadió: «La preservación del carácter universal de los monumentos y el respeto de las normas internacionales de protección del patrimonio religioso y cultural es un claro deber internacional que incumbe a todos los Estados».
Además, el Gobierno griego ha llevado el caso ante la Unesco.
Pero a Erdogan le da igual: es un fundamentalista islamista al que no le importa el respeto a los cristianos...