En Gaza, prosigue el conflicto bélico entre Israel y los terroristas yihadistas palestinos de Hamás, después de que estos invadieran el pasado 7 de octubre territorio judío y provocasen la muerte de unos 1.200 israelíes y secuestrasen a unas 250 personas. 

Desde entonces, la represalia israelí habría causado más de 23.000 muertos. 

Israel, además, está combatiendo contra el grupo terrorista chií libanés Hezbolá (sucursal de Irán), que le ataca desde el Líbano, donde también huyen los terroristas de Hamás. De hecho, este lunes Israel ha matado en el sur del Líbano a Wissam al-Tawil, un supuesto líder de Hezbolá.

Y eso, después de que la semana pasada Israel reivindicase la muerte del 'número dos' de Hamás, Saleh al Arouri, en Beirut, capital de Líbano. El asesinato de Wissam al-Tawil coincide con la nueva gira del secretario de Estado de EEUU, Anthony Blinken, por Oriente Medio en la que ha pasado por Jordania y Catar (uno de los respaldos que tiene Hamás), donde le han recordado que su país podría presionar por un alto el fuego en Gaza. Además, no hay que olvidar que varios miembros de la Administración Biden han mostrado su preocupación ante la sospecha de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, busque lanzar una guerra total contra Hezbolá en Líbano, como ha informado The Washington Post.

Paralelamente, el pasado miércoles 3 de enero, una bomba en la ciudad iraní de Kermán mataba a 89 personas, justo donde está enterrado el general más famoso del Ejército iraní, Kasem Soleimani. El ataque fue reivindicado después por el Estado Islámico. Este grupo terrorista no se ha conformado con eso, en un largo mensaje de su portavoz, Abu Hudhaifah Al-Ansāri, ha lanzado las amenazas habituales contra los que consideran ‘infieles’ (Occidente, cristianos y judíos, entre ellos), pero también ha avisado a los palestinos de que Hamás se aprovecha de ellos y ha delcarado la guerra al denominado “Eje de la Resistencia” (Hamás; Hezbolá; las milicias chiitas en Irak, Afganistán y Pakistán; los grupos militantes en territorios palestinos y los hutíes de Yemen que ahora están sembrando el caos en el mar Rojo y lastrando el comercio internacional). 

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Esto último obedece al conflicto intramusulmán que ha resurgido. Recuerden que en el islamismo hay dos ramas: los chiitas y los sunitas, que son enemigos encarnizados. Los terroristas de Estado Islámico son sunitas, rama que tiene como principal representante al país de Arabia Saudí; mientras que Hezbolá es un grupo terrorista chií libanés y tiene apoyo de Irán, el máximo exponente de dicha rama del islam. El conflicto intramusulmán explica el brutal atentado contra los iraníes chiitas por parte de los sunitas del Estado Islámico. 

Además, Hezbolá es un grupo terrorista chií libanés, mientras que Hamás es sunita (en sus orígenes hay lazos con la Hermandad Musulmana de Egipto y tiene apoyo de Catar). Eso sí, a ambos grupos terroristas les une su odio a Israel…