El Gobierno italiano de Giorgia Meloni ha firmado recientemente cuatro decretos para dar más información a los consumidores sobre alimentos que "no se encuentran en la dieta tradicional" y que, entre otras medidas, obligará a los supermercados a separar las harinas fabricadas con insectos del resto de productos.

"Hemos previsto estanterías especiales donde se pueden exponer dentro" estos productos, de modo que "quien consuma grillos, larvas, langostas o saltamontes pueda ir allí y quien no quiera, como imagino que pasará con la mayoría de los italianos, pueda mantenerse alejado", anunció el ministro de Agricultura, Francesco Lollobrigida, en una rueda de prensa.


Los decretos, aprobados por los ministerios de Agricultura, Made in Italy y Sanidad, prevén también especificar en las etiquetas el origen de los productos que utilicen insectos como ingrediente, especificando "los riesgos que conlleva su consumo y la cantidad de harina de insectos presente" en ellos.

Las normas, añadió el ministro, "garantizarán a los ciudadanos italianos la plena conciencia de lo que comen" y convierten a Italia en "una nación a la vanguardia en estas cuestiones”.

Igualito que en España, donde el Gobierno recomienda comer insectos. Hispanidad propone además que en Davos, en Moncloa y en el Congreso el 'catering' se componga de moscas, cucarachas, escarabajos, arañas...