Mientras Biden hacía el ridículo en el discurso del Estado de la Unión, afirmando que "Putin puede rodear Kiev con tanques, pero nunca se ganará los corazones y las almas de los iraníes", la figura del expresidente Trump cobra cada día más fuerza entre el pueblo estadounidense, que añora lo que era tener un auténtico comandante en jefe en la Casa Blanca.
El expresidente Donald Trump ha vuelto a ser la estrella de la Conferencia de Acción Política Conservadora, el gran cónclave de los conservadores estadounidenses, y escaparate de los principales candidatos presidenciables. Trump, un año más, ha sido señalado como el favorito de las bases republicanas, y un 59% ha afirmado que quiere que sea el candidato republicano a la presidencia en 2024. Junto con Trump, el único líder que logró un porcentaje relevante de apoyo como posible candidato presidencial fue el actual gobernador de Florida, Ron DeSantis, principal referente del trumpismo a nivel institucional, que fue señalado por un 28%. Ningún otro candidato obtuvo un porcentaje superior al 1%, con la excepción del exsecretario de Estado de la Administración Trump, Mike Pompeo, quien obtuvo un 2%. En caso de no querer presentarse Trump a la presidencia, de nuevo DeSantis sería el único candidato que avalarían los republicanos, con un 61%. El encuentro conservador manda un mensaje claro a la progresía mediática, el Partido Republicano es trumpista, y solo avalará como candidato presidencial en 2024 al propio Trump o al trumpista gobernador DeSantis, si aquel decide finalmente no presentarse.
Trump, un año más, ha sido señalado como el favorito de las bases republicanas, y un 59% ha afirmado que quiere que sea el candidato republicano a la presidencia en 2024. Junto con Trump, el único líder que logró un porcentaje relevante fue Ron DeSantis
La actualidad informativa acerca de la invasión rusa de Ucrania centró el conclave y Trump analizó que probablemente en un contexto ordinario, Putin hubiera limitado sus pretensiones a la región de Dombás, pero que, al percibir la debilidad del presidente Biden, ha decidido hacerse con el control de toda Ucrania.
Precisamente, la Guerra de Ucrania ha aumentado la valoración en la opinión pública del expresidente Donald Trump. Y lo peor para Biden, la sociedad estadounidense le percibe como un líder débil en la esfera mundial, y el pueblo americano considera que su actitud pusilánime ha hecho que Rusia se atreva a cruzar límites no conocidos. Un sondeo del Centro de Estudios Políticos de la Universidad de Harvard revela que una amplia mayoría de estadounidenses, un 62%, considera que Putin no se hubiera atrevido a invadir Ucrania siendo presidente Donald Trump. Y lo más llamativo, no solo lo piensa la práctica totalidad de los votantes republicanos, sino también un elevado número de demócratas, casi un 40%.
Una amplia mayoría de estadounidenses, un 62%, considera que Putin no se hubiera atrevido a invadir Ucrania siendo presidente Trump. Y lo más llamativo, no solo lo piensa la práctica totalidad de los votantes republicanos, sino también un elevado número de demócratas, casi un 40%
Lo más sorprendente es que esta misma percepción generalizada acerca de la debilidad de Biden parece haber sido ratificada en un lapsus, por la propia secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, quien en una entrevista en la cadena CNN ha afirmado que “el presidente Biden era vicepresidente, la última vez que Rusia invadió Ucrania. Es un patrón”. Nada que objetar a tal afirmación de la portavoz de Biden. Cabe recordar que, como bien analizó Hispanidad, semanas atrás, Putin conquistó Crimea durante la presidencia de Barack Obama y la vicepresidencia de Joe Biden, y ahora con Biden en el Despacho Oval, pretende hacerse con el control del resto de Ucrania. La crisis de Ucrania ha puesto de relieve, al igual que ocurriera con la caída de Afganistán en manos de los talibanes, la verdadera esencia de Biden, un paradigma de líder bravucón, que en el pasado, como recuerda Real Clear Politics, presumía que sabía cómo controlar a Putin y que, ahora que el presidente ruso ha sometido al pueblo ucraniano, responde de forma cobarde, dejando ver la verdadera naturaleza que le caracteriza como líder progresista, el ser “débil con el fuerte, y fuerte con el débil”.
Mientras tanto, la popularidad de Biden sigue en caída libre, y una amplia mayoría de estadounidenses, un 56%, califica su presidencia como un desastre. Y, se confirma la tendencia, de que tras poco más de un año en la Casa Blanca, el expresidente Trump ya es más popular que el actual inquilino del Despacho Oval.