La Justicia marroquí ha condenado a dos años y medio de prisión a 13 migrantes por su implicación en el salto a la valla de Melilla el pasado 24 de junio, que se saldó con entre 23 y 37 migrantes fallecidos.

La  Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH-Nador) denunció por aquel entonces que, tras los enfrentamientos, las fuerzas de seguridad marroquíes maniataron y apilaron a los migrantes inmovilizados en el suelo de las calles del Barrio Chino de la ciudad de Nador, unas imágenes que dieron la vuelta al mundo.

El salto a la valla de Melilla en junio fue el primero de estas características desde la supuesta normalización de las relaciones entre España y Marruecos en abril de 2022, tras el sorprendente giro de posición del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre el Sáhara Occidental. Coincidió, además, a pocos días de la celebración de la cumbre de la OTAN en Madrid, el 29 y 30 de junio.

De hecho, ya en julio, la Justicia marroquí condenó a 33 migrantes a 11 meses de prisión por "organizar y facilitar la salida y entrada ilegal de personas en Marruecos, por insultar a los funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones, y por ejercer violencia contra ellos, así como desobediencia".

A todo esto, se ha sabido también que Marruecos recibirá más dinero que nunca de la Unión Europea para controlar sus fronteras. Y es que Bruselas ultima un paquete de al menos 500 millones de euros con los que se cubrirán parte de los esfuerzos de Rabat contra la inmigración irregular, según fuentes comunitarias. Este nuevo marco de financiación, que cubre el periodo 2021-2027, supera con creces (casi en un 50%) los 343 millones de euros del anterior pago, publicó El País.

Pero no es tan fácil. Según publica El Periódico, inmigrantes a nado abren una vía para llegar a Melilla desde la provincia marroquí de Nador, recorriendo distancias de hasta 1,4 km.