El fentanilo ya es la principal causa de muerte por sobredosis en las grandes ciudades de Estados Unidos: San Francisco, Nueva York o Filadelfia, epicentros del progresismo estadounidense. Fueron ciudades gobernadas por demócratas entusiastas de apoyar los movimientos anarquistas y el retirar los fondos a la policía, decisiones que ahora les salen caras, ante la oleada de crímenes, delincuencia y drogas que asolan sus calles.
Es más, como ha analizado Ignacio Aguirre en Hispanidad, muchos de los representantes políticos de estas ciudades han sido destituidos por la grave situación.
Más de 150 personas mueren cada día por sobredosis relacionadas con el fentanilo. La epidemia es tal que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. dio luz verde a la venta de Narcan sin receta hace unos meses, para evitar las sobredosis. Y es que la situación en el país con el fentanilo es tan grave, que las autoridades recomiendan tener a mano dosis de Narcan por si por la calle te encuentras con una persona que esté sufriendo una sobredosis a causa de esta droga.
E insistimos, lo dijimos en Hispanidad, cuando Estados Unidos estornuda, el mundo se resfría. Y mientras en España se persigue el tabaco, en Italia la Primer Ministro, Giorgia Meloni, ha decidido tomar medidas, contra el fentanilo.
Informaba el subsecretario de la presidencia del Gobierno y mano derecha de Meloni, Alfredo Mantovano, que, según informes de sus servicios secretos, Ndrangheta, una de las mafias más poderosas del planeta y que actúa como una multinacional del narcotráfico, se ha interesado en la rentabilidad del fentanilo.
Algo que ha puesto en alerta al gobierno italiano: “Nuestra Inteligencia señala una cierta preparación por parte de organizaciones criminales italianas, en particular la ‘Ndrangheta, para recibir esa sustancia, aunque en estos momentos aún testan el mercado para verificar su conveniencia”, por lo que han lanzado el “Plan Nacional de Prevención contra el uso impropio del fentanilo y otros opiáceos sintéticos”.
Meloni aseguró sentir “orgullo” en un comunicado porque Italia es una de los primeros estados europeos, después de Suecia, en adoptar un plan contra el fentanilo. Por ahora, aunque la droga no supone un riesgo en el país, sí se ha detectado algún caso: por ejemplo un hombre en la ciudad de Piacenza, al que se le incautaron 100.000 dosis.
El plan pasa por intensificar los controles y las investigaciones policiales, implementar "férreos" sistemas de alarma en caso de prescripciones o recetas anómalas y cursos de formación entre sanitarios y docentes para detectar algún foco de consumo y la adquisición de fármacos que combatan los efectos del fentanilo.