La polémica saltó cuando una escuela en la localidad de Pioltello, en el área metropolitana de Milán, cerró sus puertas con motivo de la fiesta musulmana por el fin del Ramadán. Otras escuelas y universidades, principalmente del norte de Italia, pidieron suspender las clases por el Eid al-Fitr, la fiesta del fin de ayuno del Ramadán, o dejar a los alumnos musulmanes poder coger el día libre de forma justificada.
Es una práctica cada vez más extendida en las escuelas de Italia con un alto número de musulmanes en sus aulas, algo que para nada está regulado ni permitido. Por lo que el gobierno de Giorgia Meloni ha decidido que no va a permitir que las escuelas italianas no cumplan el calendario escolar y cierren excusándose en fiestas religiosas no reconocidas como festivo oficial en el país.
El ministro de Educación, Giuseppe Valditara, lo propuso en el Consejo de Ministros, avanzando su intención de aprobar una norma que limite los días de cierre por motivos religiosos: "A partir de ahora ya no se permitirá cerrar una escuela con motivo de un día festivo no reconocido por el Estado".
"Ya no se trata de que los estudiantes musulmanes necesiten asimilar nuestro idioma y nuestras tradiciones, sino de que los estudiantes italianos sean adoctrinados en formas contrarias a nuestra cultura y valores", afirmó Isabella Tovaglieri, de la Lega de Matteo Salvini.
Todo lo dicho parece lógico, pero hay que recordar que en Ceuta, por ejemplo, el pepero Juan Jesús Vivas, declaró día de fiesta el Eid al-Fitr.