Comenzamos esta crónica semanal de Hispanoamérica  -en la que hacemos especial énfasis en la defensa de la vida, la familia natural, la libertad de enseñanza y el bien común, es decir, los principios no negociables establecidos por Benedicto XVI-  en México, para defender el derecho a la vida. 

Porque el fin de semana pasado fue especialmente sangriento en el país centroamericano: fueron asesinadas 247 personas. De ellas, 28 lo fueron en el estado de Guanajuato; y 24 en el de Sinaloa. En este último caso tuvieron mucho que ver las disputas entre 'Los Chapitos' y 'Los Mayos' por el control del cartel de Sinaloa. 

Por su parte, en el estado de México se produjeron 24 asesinatos; en Nuevo León 20, en Puebla  17 y en Baja California 15, según datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).

Toda esta horrible y endémica violencia que padece México -un estrepitoso fracaso del presidente saliente, el ultraizquierdista Andrés Manuel López Obrador- ha motivado que la iglesia católica en Chiapas se dirigiera a las autoridades al grito de “¡Detengan este sistema de muerte!”.

(Marcha por la paz en Chiapas)

El pasado fin de semana se produjo una marcha en la que participaron obispos, sacerdotes y fieles de las diócesis de Tapachula, San Cristóbal de las Casas y la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, bajo el citado lema. 

En una nota de prensa, la Iglesia Católica denunció que, además de los “asesinatos y desapariciones forzadas en las comunidades”, las “personas son utilizadas como escudos humanos en los enfrentamientos de los cárteles; viven en condiciones de esclavitud al no poder transitar libremente por sus comunidades y carecen de alimentos y servicios básicos”.

Además, la Iglesia Católica advirtió que, si no se recupera la paz “¡la historia los juzgará [a los gobernantes] por su indolencia, por la incapacidad para proteger la vida de los inocentes! ¡Estarán en la memoria de los pueblos pobres como parte de sus verdugos!”. Las peticiones a las autoridades incluyeron “la desarticulación y el desarme inmediato de los grupos criminales". 

 

(Un desayuno en la Cuba comunista)

Nuestro siguiente destino es Cuba, país que padece desde hace 60 años una terrible dictadura comunista que ha llevado a los cubanos a padecer la miseria, la pobreza y el terror. 

Ese es el contexto de la situación que vive ahora mismo la isla, con un Gobierno que se ha visto obligado a reducir en una cuarta parte el peso de la ración subsidiada de pan diario.

Al parecer, la tiranía señaló que no disponía de la harina de trigo que se precisa para poder fabricar el pan. Y echa la culpa de esa situación al embargo comercial -sanciones- que le aplica EEUU.

Pero no sólo escasean los alimentos, también los medicamentos y las gasolinas. Toda esta situación de miseria y la represión sobre las libertades que ejerce la dictadura está llevando a muchos cubanos a huir del país en dirección precisamente hacia EEUU.  

Estas son las consecuencias del comunismo, que también están sufriendo otros países como Venezuela o Corea del Norte. 

 

En Honduras, el laico Juan Antonio López -también activista por el medio ambiente contra los abusos de la minería- fue asesinado el pasado 13 de septiembre en Tocoa, departamento de Colón.

Juan Antonio López se dedicaba, con permiso del obispo, a dirigir la Palabra de Dios y distribuir la Comunión en zonas a las que no llegan los sacerdotes. 

El laico fue asesinado a tiros mientras viajaba en su vehículo, después de una deseas celebraciones en la parroquia de San Antonio de Padua, en el norte del país. 

Además, la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) emitió una nota de prensa en la que manifestaba su profunda tristeza por la “pérdida violenta de alguien a quien conocíamos bien, amábamos y respetábamos”, refiriéndose a él como un hombre que con “obras concretas nos demostró su fe”.