El dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, sigue dando muestras de su arbitrariedad, propia de un dictador. Sobre todo de cara a las elecciones del próximo mes de noviembre.
Lo último que ha hecho ha sido impedir que la candidata opositora Berenice Quezada se pueda presentar a la vicepresidencia, recogió Infobae.
Quezada, candidata a la vicepresidencia de la derechista Alianza Ciudadanos por la Libertad (CxL), quedó inhibida luego de que el Ministerio Público anunciara en un comunicado que será procesada por los delitos de “provocación, proposición y conspiración para cometer actos terroristas”.
La alianza CxL se proyecta como el principal contrincante del gobernante Frente Sandinista (FSLN, izquierda), que el lunes postuló a Ortega para una tercera reelección sucesiva, junto con su esposa, Rosario Murillo, en la vicepresidencia desde 2017.
El proceso para las elecciones del 7 de noviembre se desarrolla en medio de una serie de detenciones de opositores, con 31 importantes disidentes arrestados desde junio, recuerda Infobae.
Entre los presos están siete aspirantes a la presidencia que son acusados por “traición a la patria”, un delito que la ley imputa a quienes incitan a la injerencia extranjera y aplauden las sanciones internacionales adoptadas contra Managua desde 2018 por violación a los derechos humanos.
La mayoría de los detenidos se habían inscrito como precandidatos de CxL, como el ex diplomático Arturo Cruz, el político Félix Maradiaga y el economista Juan Sebastián Chamorro.
También planeaba adherirse al bloque opositor Cristiana Chamorro, hija de la ex presidenta Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997), quien antes de ser puesta bajo arresto domiciliar estaba bien posicionada para enfrentarse a Ortega, en el poder desde 2007, explica Infobae.
Los arrestos han sido cuestionados por la comunidad internacional, que ha pedido a liberación de los opositores y llamado a elecciones transparentes en Nicaragua.
A las voces críticas, se sumaron viejos aliados del sandinismo, como el ex presidente brasileño Lula Da Silva, quien instó a Ortega a “que no abandone la democracia”. “Toda vez que un gobernante se empezó a creer insustituible, toda vez que un gobernante se empieza a creer imprescindible, surge un poco de dictadura en ese país”, comentó Lula en una entrevista con la televisión mexicana TVT la semana pasada en referencia a al mandatario nicaragüense.
Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó este miércoles en Twitter “el arresto domiciliario de Quezada”, así como su “inhibición para postular a cargos públicos”, recuerda Infobae.