La dictadura nicaragüense de Daniel Ortega roza ya el esperpento. Esta semana volvía a perseguir a la iglesia católica con la detención de un sacerdote que en misa rezó por el obispo Mons. Rolando Álvarez, encarcelado por el régimen desde el pasado 10 de febrero.
El sacerdote, Jader Guido, fue liberado a las doce horas. Pero el aviso de la dictadura ya estaba dado: "ojo con lo que haces, porque te vigilo, os vigilamos"...
De hecho, informaciones dan cuenta de que la dictadura de Ortega infiltra a espías en las eucaristías para vigilar a los sacerdotes.