Como ha venido informando Hispanidad, en Nicaragua, la dictadura de Daniel Ortega tenía encarcelados a dos obispos, fruto de la persecución a los cristianos que vienen ejerciendo el dictador y su mujer, Rosario Murillo.
El último en ser apresado fue el obispo de Siuna, Mons. Isidoro del Carmen Mora Ortega, el pasado 20 de diciembre, por haberse atrevido a rezar públicamente, en una eucaristía, por el otro obispo detenido, Mons. Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, condenado hace casi un año, en febrero de 2023, a 26 años de cárcel acusado de "traición a la patria", tras haberse negado este a ser expulsado del país para permanecer con su pueblo, y que llevaba 500 días encarcelado.
Pues bien: según informan medios nicaragüenses como La Prensa y Confidencial, ambos obispos han sido deportados al Vaticano -se supone que por la fuerza-, junto a otras 17 personas, entre seminaristas y sacerdotes, que el régimen también tenía encarcelados. Los desterrados fueron subidos a un vuelo el pasado 13 de enero, que hizo escala en Caracas con destino a Roma.
Este es el comunicado emitido por la dictadura nicaragüense, en el que cínicamente, se refiere al "viaje hacia el vaticano" a lo que en realidad es una deportación...
Dos obispos, quince presbíteros y dos seminaristas de #Nicaragua son liberados pero también desterrados por el gobierno.
— Obispo Sergio Buenanueva 🇦🇷💙🧉 (@sbuenanueva) January 14, 2024
Oramos por ellos: celebramos su libertad, pero sentimos también su dolor de pastores separados de su pueblo.
Los encomendamos a María. pic.twitter.com/PZIPzkHG7z
En esta imagen puede verse a ambos obispos nicaragüenses celebrando misa ya en Roma:
Los obispos católicos Rolando Álvarez e Isidoro Mora, quienes fueron liberados de la cárcel por el gobierno de izquierda en Nicaragua, celebran misa en Roma. pic.twitter.com/jPfLphaquZ
— Marcos Vera Pérez (@MarcosVeraPrez1) January 15, 2024
Cabe recordar que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha expulsado del país a 203 religiosos y religiosas desde el año 2018 a lo que llevamos de 2024.