Hablaba el Director de Hispanidad con Mónica García, responsable de Sanidad en el Gobierno Sánchez, ministra, médica y madre, y le negaba que la Organización Mundial de la Salud (OMS), dirigida por Tedros Adhanom, uno de nuestros peores ciudadanos, promueva el aborto hasta el mismísimo parto (después del nacimiento, Tedros no ha dicho nada, por el momento).

Ya le aclaramos a la señora ministra que Tedros ha solicitado que ningún país se atreva a limitar el ‘derecho al aborto’ basándose en “límites de edad gestacional”. O sea, aborto libre hasta el mismísimo parto… y más allá.

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Y nueva muestra de ello y para demostrar que son más progresistas que nadie ha llegado Noruega y ha propuesto la aprobación del aborto hasta los cinco meses de embarazo. 

El Consejo de Obispos Católicos Noruegos se ha plantado y ha pedido que se rechace con contundencia la propuesta de una nueva ley, presentada por el gobierno del país, que consiste en ampliar en seis semanas el plazo en el que una mujer puede acceder legalmente a un aborto. 

En la actualidad el aborto es legal en Noruega hasta las 12 semanas de embarazo, según la legislación vigente desde 1975, con la ampliación, el límite pasaría a ser la semana 18, cerca de los cinco meses de embarazo. 

El mensaje, que responde a una consulta del Ministerio de Salud y Atención sobre el tema, fue firmado por el Obispo de Oslo, Mons. Bernt Eidsvig, y el Obispo de Trondheim, Mons. Erik Varden, recuerdan que “la vida humana comienza en la concepción y desde ese momento merece respeto y protección jurídica”.

Además, señalaron que la nueva ley es una mezcla de ciencia, política e ideología: “Con ello el texto pierde su rigor. La palabrería hace que las cuestiones básicas no queden claras”.

En el proyecto de ley se afirma que en la legislación anterior predomina “una mentalidad paternalista que desempodera a las mujeres”, pero a ojos de los obispos, la "cuestión del aborto no puede reducirse, como en realidad lo hace la nota, a un conflicto de roles de género. Lo que hace compleja esta cuestión es que incluye no sólo un sujeto (la mujer embarazada), sino dos sujetos, ya que el feto también debe ser reconocido como persona". 

En la nueva ley, continúa el Consejo de Obispos, “el feto, que realmente necesita empoderamiento, queda reducido a una abstracción”.