Lean este informe de Friday Fax. Merece la pena. El mayor poder de Naciones Unidas es la Organización Mundial de la Salud (OMS), porque las dictaduras del futuro se harán en nombre de su salud o de su seguridad, que viene a ser lo mismo.
El segundo mayor poder se lo otorga a Naciones Unidas sus medios para paliar las hambrunas, sobre todo en Asia y África, sobre todo en la infancia. Pues bien, el lobby 'gender' intenta condicionar la ayuda alimentaria a la aceptación de las políticas de género que promocionan el lobby antinatalista (el más poderoso de todos), el lobby feminista y el lobby gay-trans.
Con un lenguaje retorcido como una viruta, plagado de eufemismos, lo que se pretende es esto: o aceptas la ideología de género o te quito la comida.
Friday Fax, con acierto, titula: "Los países ricos utilizan la comida como arma en materia de género". Y naturalmente, los países pobres están hasta el gorro del chantaje.
Por cierto, provoca sonrojo que un país hispano, como la Colombia del Gustavo Petro (El 'Cacas') forme parte de presiones a los países más pobres y defienden que "las directrices de género" están pensadas para conseguir un "cambio profundo en la forma en que entendemos la sociedad".
Y así, razona Friday Fax, "el delegado de Indonesia, hablando en nombre de Argelia, Camerún, Kuwait, Malasia, la Federación Rusa, Sudán y Senegal, expresó su decepción por el uso de términos controvertidos".
O tragas con la ideología de género o te quito la comida. ¿Cabe mayor ruindad?