-En 1995, la dentista peruana Gloria Polo fue alcanzada por un rayo y que le provocó una Experiencia Cercana a la Muerte con vivencias místicas. -"Comencé a ascender en una luz y me encontré con el corazón de Jesucristo, que estaba herido", recoge el libro 'Experiencias Cercanas a la muerte', Edit. Palabra. -"La verdadera persona eucarística es la que después de tomar el cuerpo de Cristo, y adorarlo a Él, vive la palabra de Dios viviendo no para sí, sino para amar y servir a los demás". -"Él nos invita a buscar su rostro en el enfermo, en el que sufre, defendiendo al bebé en el vientre de su madre". -"Cada vez que la sangre de un bebé se derramaba, era como un holocausto a Satanás. -"El vientre de una madre, en cuanto es fecundado, se ilumina con el brillo de esa alma y cuando se aborta esa alma grita y gime de dolor". -"Se escucha ese grito cuando lo están asesinando y el cielo se estremece. Y en el infierno se escucha otro igual, pero de júbilo". Tras ser alcanzada por un rayo que atravesó su cuerpo en 1995, la dentista peruana Gloria Polo (en la imagen) ha vuelto a la vida. Pero antes, estuvo en las puertas del Cielo, del Infierno, y conoció el purgatorio, donde recibió la misión de contar todo lo que había visto y oído "mil veces mil", como puede verse en este vídeo y recogió Religión en Libertad. El rayo atravesó su cuerpo, quemando a su paso varios de sus miembros y órganos internos. Gloria experimenta una Experiencia Cercana a la Muerte, con vivencias místicas impresionantes. Ella misma describe en qué consistió su Experiencia Cercana a la Muerte: "Me envolvió una luz muy blanca, llena de amor. Sentí una paz y una alegría maravillosas. No sé por qué nos han hablado de la muerte como si fuera un castigo. Estaba libre del tiempo y del espacio y, tan llena de amor, que sentía que se me desbordaba. Comencé a ascender en esta luz y me encontré con el corazón de Jesucristo, que estaba herido". "En el Libro de la vida me mostraron cómo en mi adolescencia perdí mi identidad cristiana y me dejé influenciar por mis amigas. Me hundí en los vicios y cambié a Cristo por los astros y el ocultismo. Mis amigas cayeron en la promiscuidad sexual, empezaron a abortar y anestesiaban el trauma posaborto con las drogas. Pero, gracias a la oración de mi madre, cuando ellas me presionaban para que siguiera su camino, yo no lo hice". "Cuando se cerró el Libro de la vida, vi con dolor el mal que había causado en mi paso por la Tierra. No había cumplido ni uno de los diez mandamientos; desconocía al Dios Amor y no había amado a mi prójimo como a mí misma". Hasta la fecha, había sido una mujer católica que apenas participaba de la misa dominical y vivía en el sincretismo religioso, ya que era adicta a la Nueva Era. Además, defendía el aborto y llegó a financiar muchos de ellos. Sobre el aborto, afirma en el libro Experiencias Cercanas a la Muerte, Edit. Palabra: "Es una cadena que pesa tanto, que arrastra y pisotea. Es un dolor que nunca se acaba, es el vacío de haber sido el asesino de lo peor, de un hijo. (…) Cada vez que la sangre de un bebé se derramaba, era como un holocausto a Satanás. El Señor se duele y se estremece cada vez que se mata a un bebé. Porque en el libro de la vida vi que, tan pronto como se tocan el espermatozoide y el óvulo, se forma una chispa hermosa, una luz cogida del sol del Padre Dios. El vientre de una madre, en cuanto es fecundado, se ilumina con el brillo de esa alma y cuando se aborta esa alma grita y gime de dolor, aunque no tenga ojos ni carne.  Se escucha ese grito cuando lo están asesinando y el cielo se estremece. Y en el infierno se escucha otro igual, pero de júbilo. Inmediatamente, del infierno se abren unos sellos y salen unas larvas para seguir asediando a la humanidad y haciéndola esclava de la carne. Porque, ¿saben cuántos bebés se matan a diario? Y eso es un triunfo para él. Ese precio de sangre inocente ocasiona un demonio más afuera". Tras regresar a la vida después de aquellas experiencias, la doctora no ha vuelto a ser la misma. Recorre el mundo contando lo que vivió e invitando a la conversión. "Quiero ir al Cielo, pero no sola, sino con todos vosotros", confiesa. "Nadie tiene méritos para ir al Cielo, pero amor se paga con amor, por lo que debemos amar a Dios. Él nos invita a buscar su rostro en el enfermo, en el que sufre, defendiendo al bebé en el vientre de su madre. Además, cuando pequemos, no dudemos en salir corriendo a la confesión. A Jesús le duele que no le busquemos y no entendamos que nos ama aunque seamos pecadores". El testimonio completo de Gloria Polo puede verse en este vídeo. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com