Decía Rocío Orizaola en Hispanidad que son muchos los Estados, gobernados por republicanos, que han tomado medidas contra el adoctrinamiento de las leyes y el pensamiento lanzado desde la Casa Blanca. 

Y nos es de extrañar después de escuchar al propio Biden (al más puro estilo de doña Isabel Celáa): "No existe el hijo de otro. No existe el hijo de otro. Los niños de nuestra nación son todos nuestros niños".

Hay una verdadera obsesión entre los garantes de la ideología de género por pervertir a los niños desde su más tierna infancia. El plan consiste en arrebatar a los hijos de la mano de sus padres y educarles como sumisos ciudadanos y votantes progresistas, con medio cerebro, un cuarto de corazón y mucho, mucho aborregamiento. 

Para evitarlo estados como el republicano de Utah promulgan leyes, para prohibir el acceso de los hombres a los baños de las niñas en las escuelas y la DEI (siglas en inglés de Diversidad, Equidad e Inclusión) en la educación pública

En respuesta, los demócratas de dicho estado se visten de negro en señal de duelo (cual plañideras) por la aprobación de ambas normas: