A pocos meses del comienzo de las primarias republicanas, cuya primera votación tendrá lugar en los célebres caucus del Estado de Iowa el próximo 15 de enero, el expresidente de Estados Unidos Donald Trump ha ampliado su ya holgada ventaja sobre sus rivales.
Según Real Clear Politics, que elabora la media de todos los sondeos, Trump ha incrementado su ventaja sobre el único otro candidato republicano que ostentaba un porcentaje de voto reseñable, que es el gobernador del Estado de Florida, Ron DeSantis, al que aventaja en 34 puntos. Así, el expresidente obtiene más de un 52% de los votos, por un 18% del gobernador. Otros candidatos como el exvicepresidente Mike Pence o la exembajadora ante Naciones Unidas Nikki Haley, apenas obtienen porcentajes de voto del 3%, siendo condenados a la irrelevancia.
Esta ventaja es también amplia en los Estados donde se celebran las primeras votaciones, como Iowa, donde Trump aventaja en más de 30 puntos a DeSantis.
DeSantis ha bajado del 20% de intención de voto entre los electores republicanos, lo que le ha obligado a adoptar medidas de calado para mantener su campaña viva: ha prescindido de 38 asesores, en total un tercio de su equipo de campaña, para reducir los gastos y garantizar su viabilidad económica
Una ventaja que no para de crecer, y que según tres de los últimos sondeos publicados, supera incluso los 40 puntos, una diferencia que difícilmente podrá revertir el gobernador DeSantis.
DeSantis ha bajado del 20% de intención de voto entre los electores republicanos, algo especialmente grave para sus intereses, no solo porque la diferencia con Trump se agranda a medida que se acercan los comicios internos, sino porque ha obligado ya al joven líder republicano a adoptar medidas de calado para mantener su campaña viva. Así, la campaña presidencial del gobernador ha prescindido de 38 asesores, en total un tercio de su equipo de campaña, para reducir los gastos y garantizar su viabilidad económica, de cara a un otoño que se antoja especialmente complicado.
Todo apunta, salvo sorpresa en contrario, que el año que viene tendremos un nuevo cara a cara entre Donald Trump y Joe Biden en las elecciones presidenciales.