Hay que reconocerle a Donald Trump que es valiente. Era la primera vez que sus cordiales enemigos de la cadena CNN -una empresa privada ultraprogre, no una institución-, pro-demócrta y anti-Trump, organizaba el debate, y con unas normas rigidísimas preparadas para ocultar pudorosamente las debilidades de 'Yayoyou' Biden, A así, Trump aceptó jugar en campo contrario. Y le ha salido bien.
El primer debate presidencial para las elecciones norteamericanas de Noviembre lo ganó Donald Trump y lo perdió Joe Biden.
Al final, Trump, un experto en debilidades ajenas, dijo la frase que pasará a la historia -transitoria, por supuesto- del debate: "No sé lo que ha dicho pero tampoco creo que él lo sepa". Se lo dijo Trump a Biden tras una de las respuestas vagas y huidizas del actual presidente de los Estados Unidos.
Biden está senil, de acuerdo. Pero el mayor problema de la senilidad no es la pérdida de la cabeza sino la pérdida del corazón: se pierde la capacidad de servicio y se desconfía de la lealtad
Hasta los medios progres españoles han reaccionado con el consabido cuadernillo pre-escrito antes de los hechos: Trump dijo muchos bulos. Como en toda la estafa del bulo, los progres consideran que la discrepancia es simplemente mentira. Hay que ser muy engreído y muy malicioso para pensar que, si alguien discrepa de mí, no es, sencillamente, porque no piense como yo, sino porque es un mentiroso, y previsiblemente un odiador que debería estar en la cárcel por un delito de odio, oh sí. No olviden que la progresía es igual de tonta en España que en Estados Unidos.
Y así un asunto tras otro, desde la economía a la inmigración, desde la política exterior, marcada por la III Guerra Mundial por etapas en la que nos movemos, sin descontar el hecho de que, como buen presidente demócrata, Biden ha visto como el mundo se ha hecho más violento a lo largo de su mandato. Es decir, que Trump vació a un Biden vacío.
En resumen, Trump ha ganado de Biden a domicilio... a domicilio CNN. Lástima que el republicano haya ganado por la forma, por la senilidad manifiesta del demócrata, no por exponer su propia cosmovisión. Además, no desprecien el hecho de que el Nuevo Orden Mundial (NOM) se ha vuelto contra Trump. El NOM es muy poderoso y hará todo lo posible para que un provida, o casi, como Trump no regrese a la Casa Blanca.
Lo que se pelea en las Presidenciales USA y en todo el mundo es la batalla entre la cristiandad y la cristofobia del Nuevo Orden Mundial. Y resulta que el protestante Trump es el paladín de la civilización cristiana mientras el católico Biden representa al NOM
Recuerden que la progresía siempre lleva en el pecado la penitencia. Por ejemplo, en asuntos de inmigración: si el NOM se conformara con pedir solidaridad con los inmigrantes y por tanto, ampliara los cupos de entrada (en Estados Unidos, en España o donde fuera) la gente de bien tendría que secundar o al menos ponderar, esa propuesta. Pero, claro, cuando la progresía NOM, siempre mentirosa y siempre acusando a los demás de mentir, se obstina en que la inmigración ilegal no provoca delincuencia y que el mero hecho de recordarlo implica un delito de odio... pues mire usted, muchos se vuelven a Trump, quien, además, aplicó la misma política que Biden con la inmigración. Entre otras cosas, porque a lo mejor no es posible aplicar otra.
Más: Biden está senil, de acuerdo. Pero el mayor problema de la senilidad no es la pérdida de la cabeza sino la pérdida del corazón. Por la pérdida del corazón entiendo la perdida de la coherencia y de la capacidad de servicio al tiempo que se desconfía de la lealtad de todos, incluso de aquello que no están obligados a guardarte lealtad, Y, por supuesto el líder, para eso es líder anciano, no guarda lealtad a nadie que no sea él mismo.
En cualquier caso, lo que se pelea en las Presidenciales USA y en todo el mundo es la batalla entre la cristiandad y la cristofobia del Nuevo Orden Mundial. Y resulta que el protestante Trump es el paladín de la civilización cristiana mientras el católico Biden representa al NOM.
De toda forma, esperen: esto no ha hecho más que empezar.