Estados Unidos está viviendo un fenómeno novedoso en la historia reciente, un éxodo masivo de población desde Estados progresistas hacia Estados conservadores.
Analicemos el caso de los cuatro Estados más poblados de EEUU: los progresistas California y Nueva York, y los conservadores Texas y Florida. Estos cuatro territorios suman 110 de los 333 millones de habitantes que tiene la primera potencia mundial, es decir, uno de cada tres estadounidenses reside en uno de ellos.
Entre abril de 2010 y julio de 2022, la población de California, el Estado más poblado, apenas aumentó de 37 a 39 millones, y la de Nueva York, creció apenas 300.000 habitantes, estancándose en 19 millones, a pesar de que en ese período de tiempo, la población a nivel nacional ha aumentado en 25 millones de habitantes, de 308 a 333. Por su parte, Texas, segundo Estado más poblado del país, ha aumentado su población en cinco millones, pasando de 25 a 30 millones, y Florida en casi cuatro, pasando de 18 a 22 millones. De mantenerse las proyecciones, en muy pocos años, Texas se convertirá en el Estado más poblado del país, por encima de California.
Y el declive poblacional de las progresistas California y Nueva York se ha agravado especialmente desde la pandemia. Así, en estos dos últimos años, tanto California como Nueva York han perdido medio millón de habitantes, mientras que Texas y Florida han aumentado su población en 900.000 y 700.000 habitantes respectivamente.
Otro dato adicional, como cuenta el New York Post, el año 2022 fue el ejercicio con mayor traslado en la historia de neoyorquinos hacia el Estado de Florida. En concreto, 64.577 habitantes del Estado de Nueva York se instalaron en el Estado soleado. Históricamente, eran los ricos neoyorquinos quienes se trasladaban a Florida para jubilarse, ahora es la clase media del Estado de la gran manzana la que se traslada masivamente, por la inseguridad en las calles y la elevada fiscalidad.
Las posturas abortistas radicales pueden ser el talón de Aquiles de los demócratas de cara a futuras elecciones. Los Estados republicanos superan abrumadoramente a los demócratas en natalidad… y eso tiene impacto en el colegio electoral
Y ojo, el trasvase poblacional en estos dos últimos años no se limita a estos Estados, el movimiento de Estados demócratas a republicanos es incesante. Otro gigante progresista, como es el Estado de Illinois, con la ciudad de Chicago como emblema representativo, perdió 140.000 residentes. El mismo caso de Nueva Jersey, Massachusetts y Pensilvania, que perdieron 64.321, 57.292 y 39.957 habitantes respectivamente. Población que recaló en diversos Estados conservadores, como Carolina del Norte, que ha ganado casi 100.000 habitantes, Carolina del Sur, que ha ganado más de 84.000 y Tennessee ha crecido en más de 81.000.
Según los analistas, aunque hay muchos factores que justifican este éxodo, los dos principales motivos son los altos impuestos y la crisis de criminalidad que asola los Estados progresistas, frente a la baja fiscalidad y la seguridad que proporcionan los Estados republicanos.
Pero la crisis demográfica de los feudos progresistas no solo se justifica con el traslado de población. Las posturas radicales abortistas demócratas tienen un gran impacto en la demografía y la sociedad. Así, es abrumadora la mayor natalidad de los Estados republicanos. Los diez Estados con mayor tasa de fertilidad de EEUU son todos republicanos, por el contrario, los diez Estados con menor tasa de fertilidad son demócratas.
La pérdida de población tiene claro un reflejo político, por ejemplo, de cara a las elecciones presidenciales del año que viene, Texas y Florida han aumentado tres votos en el colegio electoral, mientras que California y Nueva York han perdido dos.
Esta pérdida de población también tiene consecuencias económicas graves para los Estados demócratas, y muy particularmente para los gobernadores de la formación progresistas, grandes amantes del gasto público descontrolado.
Así, los ingresos de Nueva York disminuyeron en 19.500 millones de dólares en 2020, los de California en 17.800 millones y los de Illinois en 8.500 millones. Mientras tanto, Florida ganó 23.700 millones en ingresos brutos, Texas 6.300 millones, Carolina del Norte 3.800 millones, Carolina del Sur 3.600 millones y Tennessee 2.600 millones. Algo especialmente reseñable, dado que son Estados con escasa presión fiscal y aun así obtienen mayores ingresos tributarios que los progresistas.