En su versión más híspida, el Papa Francisco aclara: lo de Ucrania es una guerra mundial. Reniega el Papa, no del imperialismo ruso sino también del imperialismo de Washington. Ucrania se ha convertido en la carlanca de Estados Unidos frente a Rusia. Biden y Europa ponen el armamento y los ucranianos ponen los muertos.
Es decir, que Occidente quiere guerra sin riesgo... y eso no puede ser. En Occidente impera el miedo, el miedo a la muerte y el miedo a la vida.
Critica el Papa los dos imperialismos: el de Rusia y el de Occidente, mientras recuerda, otra vez, que no viene la III guerra mundial sino que ya estamos en ella, sólo que es una guerra por etapas y por trozos.
La agencia argentina AICA resume un encuentro del Papa Francisco con sus hermanos jesuitas en Kazajistán: la OTAN ha ido a ladrar a las puertas de Rusia. Lo dice el Papa, que no parece muy pro-ruso.
Es el fracaso de Europa: Putin huye hacia el este. La guerra de Ucrania no ha servido para nada. La crudelísima religión climática avanza
Lo de siempre: a Vladimir Putin había que habérselo ganado para para el Occidente cristiano, que es su patria, a la que pertenece Rusia. Pero ni Biden ni los europeos, como el obtuso español José Borrell, tan felices en una guerra donde arriesgan poco, han decidido combatir el Moscú a distancia, a costa de vaciar su arsenal de armas, eso sí, que hay que inventar otras nuevas.
El problema de Occidente es que quiere hacer la guerra sin riesgo, la guerra a distancia o peor: que la hagan otros por él. Así sólo tendrá la guerra nuclear, donde pocos, quizás nadie, pueden ganar.
Por lo demás, no olviden lo que decía el anterior embajador de Israel en España, Shlomo Ben Ami: es peligroso que Putin gane la guerra de Ucrania... y es peligroso que la pierda. Añado yo: y no basta con un acuerdo de paz, aunque bienvenido sea, necesitamos el post-acuerdo. Para la postguerra necesitamos rescatar a Rusia de las garras de China e India, los verdaderos enemigos de Occidente, que lanzan contra Europa esa caricatura del cristianismo, que es el islam.
Hasta 44 países están contra Rusia, canta la propaganda occidental. No es verdad. Por ejemplo, Turquía no está con Occidente, aunque sea miembro de la OTAN
Por tanto, ¿pánico nuclear o peligro de real guerra nuclear? Ambas cosas. Estamos ante el fracaso de Europa: Putin huye hacia el este y puede llegar un momento en que todo le importe nada.
Por otra parte, la guerra de Ucrania no ha servido para nada. La crudelísima religión climática avanza. Dos activistas -menudo concreto moralmente neutro, es decir estúpido-, arrojan sopa de tomate contra Los Girasoles, de Van Gogh para protestar contra los ataques al planeta, pobrecito planeta.
No se puede ser más imbécil. https://t.co/XLAEbhEJLi
— 3 M.C. (he/him/Jim) (@tresmasciento) October 14, 2022
Es decir, Nerón toca lira mientras arde Roma. La guerra nuclear acotada no existe. Ya lo sabe hasta 'Yayoyou' Biden.
Pero Europa sigue ensimismada con vencer a Rusia, el enemigo que ella misma ha creado: "44 países contra Rusia", canta la propaganda occidental con motivo de la conferencia de Praga que acabó, como últimamente terminan todas las cumbres europeas: un fracaso disimulado bajo un centenar de ruedas de prensa públicas. Además, no es verdad. Por ejemplo, Turquía no está con Occidente, aunque sea miembro de la OTAN. Erdogan, otro de nuestros peores ciudadanos, se entiende con Putin a las 1.000 maravillas.
Más nos valdría volver a atraernos a Putin firmando, de inmediato, un alto fuego con la guerra de Ucrania. Ahora es Moscú el que estaría dispuesto a negociar y Kiev el que, alentado por Washington y Bruselas, se niega a hacerlo. Mientras, el peligro de estallido nuclear global está ahí. Y si no, ya se encarga Kim Jong-un de encender la mecha.
En cualquier caso, nuestras autoridades tratan de tranquilizarnos, al parecer el Ministerio de Defensa está elaborando yodo contra la radiación nuclear. No sé yo, no sé yo...