“En la próxima reunión de Consejo de la Duma del Estado debatiremos sin falta el asunto de la revocación del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares”, escribió el presidente del Congreso ruso, Viacheslav Volodin, en su cuenta de Telegram. ¿Bravuconada? Podría ser, pero no es lo mismo decirlo en tiempos de paz que estando en guerra.

Hablamos de un documento firmado en 1996 por la Asamblea General de Naciones Unidas, pero que ni EEUU ni China ratificaron. Rusia, sin embargo, sí lo hizo. Ahora, en plena guerra con Ucrania, se plantea revocarlo.

No es el primer paso que da Putin en esta dirección, ni tampoco el más significativo, ya que en febrero de este año sacó a Rusia del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas con EEUU que limitaba el número de cabezas nucleares. Lo cierto es que ese tratado y el que nos ocupa este viernes están relacionados, obviamente, ya que si realizo ensayos nucleares es para desarrollar armamento nuclear. Actualmente, el único país, que se sepa, que está realizando ensayos nucleares en Corea del Norte bajo la dictadura de Kim Jong-un, a quien Trump le quiso vender resorts de lujo en las playas del país.