La guerra en Ucrania cumple este martes 902 días desde el inicio de la invasión rusa, que se produjo el 24 de febrero de 2022. 

Lo último que se ha sabido es que Kiev ha ‘conquistado’ 1.000 kilómetros cuadrados de territorio de la Federación de Rusia, concretamente en la zona de Kursk, donde ya controla 28 localidades. 

En respuesta, los militares rusos aseguraron que “el 12 de agosto, las unidades rusas liberaron la localidad de Lisichne en la república popular de Donetsk gracias a sus intensas acciones”.

Además, al presidente ruso, Vladimir Putin, no le ha sentado nada bien esta ‘conquista’ ucraniana de suelo ruso y se ha negado a negociar con Kiev: “¿Pero de qué negociaciones se puede hablar ahora? ¿Con gente que bombardea sin distinción a civiles (...), que busca crear amenazas para las instalaciones nucleares?”. 

Por su parte, el servicio de inteligencia exterior de Rusia ha señalado que “Zelenski está dando pasos descabellados que amenazan con una escalada mucho más allá de Ucrania”. 

En RNE, el almirante retirado Juan Rodríguez Garat ha analizado la incursión ucraniana en la región de Kursk y cree que no es muy relevante desde el punto de vista militar, pero sí tiene importancia psicológica: “Es un golpe en el terreno de la moral. Supone un descrédito para Putin, una dosis de optimismo para los ciudadanos ucranianos y un recordatorio para el mundo de que Ucrania tiene posibilidades de vencer”. Y ha añadido que la operación tiene también el valor táctico de “obligar a Rusia a desplegar fuerzas en Kursk que tenía previsto utilizar en otras operaciones en Ucrania”.