Decíamos que los israelíes han matado a 10 familiares del líder de Hamas, refugiado en Catar, Ismail Haniya, que ya había perdido en parecidas circunstancias, a tres hijos, meses atrás. Siempre hemos dicho que también para los musulmanes, la guerra es una cuestión de familia. Es decir, que primero golpean y luego se esconden detrás de sus mujeres e hijos, para acabar llorando ante las cámaras occidentales porque, por ejemplo, los israelíes están cometiendo un genocidio contra sus menores. Hombre, a lo mejor eso no ocurriría si plantaran batalla abierta. Y si no quieres pelear de frente, pues mira, chico, no mates.

Gaza es... otra 'guerra de familia'. En esta tercera guerra mundial, la principal víctima serán los civiles

Y mientras, el siniestro senil estadounidense, Joe Biden, al frente de una Europa sumisa, ordena a la marioneta Zelensky que ataque a Rusia. A nadie se le ocurre iniciar negociaciones de paz.

Ahora bien, no creo que nadie dude ya de que estamos en la III Guerra Mundial, guerra por trozos, que diría el papa Francisco, en un momento de especial lucidez. Lo que sí creo es que esa guerra ya iniciada se está precipitando hacia su final. Cada año surgen nuevos frentes de conflicto y no parece que en ninguno estén avanzadas las conversaciones de paz. Es más, no están ni iniciadas. Es como si a nadie le preocupara la paz.

Y mientras, el siniestro senil, Joe Biden, al frente de una Europa sumisa, ordena a la marioneta Zelensky que ataque a Rusia. A nadie se le ocurre iniciar negociaciones de paz

Pero es que, además no se trata de una guerra de dos bandos sino que esta III Guerra Mundial es una especie de todos contra todos: países contra países pero, ojo, también vecino contra vecino, porque si hay algo global en el siglo XXI es la violencia