"Es insufrible", asegura el secretario de la OTAN, Jens Stoltenberg, pero cuando los periodistas le preguntan por el ridículo que está haciendo la OTAN, que envía armas a los ucranianos pero no se enfrenta a los rusos, calla.
"Insoportables imágenes", asegura José Manuel Albares, mientras habla de crímenes de guerra. Es decir, Europa no ha hecho nada por impedir la invasión rusa de Ucrania y ahora se rasga las vestiduras ante las barbaridades de ese ejército ruso al que se ha negado a contener. Eso sí, mucha solidaridad con quienes sí le están deteniendo: los ucranianos.
Para no intensificar la escalada de tensión, aseguran los líderes occidentales. Pero, ¿es que no está ya suficientemente alta la redicha tensión?
Los líderes occidentales aseguran que lanzarán nuevas sanciones contra Moscú pero ahora Putin ya conoce la teoría del salami: va cortando rodaja a rodaja y el adversario nunca se planta... para no provocar una escalada de tensión. Y se reserva la opción nuclear para el caso de que quien le hace frente ofrezca resistencia y se les acaben los recursos.
Y eso no es bueno.